Por: Maricela Reyes Díaz
Ilustración: Estelí Meza, cortesía de Nexos
Las mujeres indígenas chiapanecas, principalmente las de origen tsotsi, han sido asociadas a nichos laborales informales como vendedoras de artesanías; sin embargo, y aunque no es una realidad ajena en el lugar de destino, a través de sus redes de apoyo familiar, asentadas en Playa del Carmen, la inserción laboral a la industria turística representa otra opción de trabajo a la que pueden acceder y es la puerta de entrada al trabajo formal, pues muchas de ellas se habían desempeñado laboralmente en el servicio doméstico, por ejemplo. A pesar de constituirse como un trabajo formal, la industria turística otorga condiciones laborales altamente flexibles y precarizadas que se hacen presentes a través de la inestabilidad laboral, los salarios mínimos compensados con propinas, la subcontratación y las mínimas o incluso nulas prestaciones laborales. La estacionalidad en la contratación por temporada alta o baja representa lo que Todaro llama fuerza de trabajo “parachoques” para referirse a los trabajadores de quienes se puede prescindir o disponer rápidamente, en función de la demanda turística.