Por: Giovanni Villavicencio
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
El número de mexicanos que logra salir de la pobreza después de concluir sus estudios universitarios es sumamente bajo, lo que demuestra que la idea de la movilidad social ascendente, más que ser una representación teórica de la realidad, es un mito. Siguiendo a Vélez, Campos y Fonseca, la noción de movilidad social hace referencia a las transformaciones que presentan los individuos en su papel dentro de la estructura económica. Esta movilidad puede presentarse en dos sentidos. En el primer caso, si el individuo logra superar su situación de pobreza al recibir un nivel de ingreso más alto, estamos hablando de una movilidad ascendente. Por otro lado, en el caso de aquellos individuos que por las condiciones del mercado laboral se vean sujetos a aceptar un trabajo con un salario menor al recibido en su empleo anterior, estaríamos hablando de una movilidad descendente.