Por: Aldo Muñoz Armenta
Ilustración: Gonzalo Tassier, cortesía de Nexos
El pasado 27 de abril, la diputada federal Celestina Castillo Secundino, del grupo parlamentario de Morena, propuso llevar al extremo la libre sindicalización en el magisterio. La legisladora reaccionó a una propuesta de Decreto que emitió la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados que propone agregar el artículo vigésimo quinto transitorio a la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros. Tal artículo establece que las autoridades laborales y educativas deben garantizar: “El derecho a la libre sindicación”, para lo que las organizaciones gremiales habrían de reconocer la titularidad de las relaciones laborales colectivas “en los términos de su registro vigente y toma de nota”. La diputada Castillo consideró que esta propuesta se quedaba corta —probablemente porque “el registro” o la “toma de nota” supone un importante grado de discrecionalidad por parte de la autoridad correspondiente— y plantea que a los trabajadores de la educación también se les permita afiliarse libremente en “organizaciones sindicales que no tengan registro vigente ni toma de nota”. Es decir, la desregulación total.