Por: Lorena Villanueva Almanza
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
Las raíces adventicias del maíz tradicional de Oaxaca producen mucílago, una sustancia gelatinosa compuesta de azúcares, como arabinosa, fucosa y galactosa, en el que viven bacterias fijadoras de nitrógeno. Los investigadores también encontraron que las raíces no son suficientes para hospedar a los diazótrofos: estas bacterias necesitan un ambiente libre de oxígeno y rico en nutrientes para poder fijar nitrógeno. Es ahí donde el mucílago se vuelve fundamental para asegurar el éxito de esta relación simbiótica, pues provee un medio anóxico y nutritivo para que las bacterias trabajen sin contratiempo. De hecho, son tan exitosas, que entre el 29 por ciento y el 82 por ciento del nitrógeno de la planta proviene del aire que atrapan las bacterias.