Que David agarre la honda

Ciudad de México /

Envidio el optimismo de quienes no consideran negativo para nuestro país el triunfo de Donald Trump. Yo creo que es una pésima noticia: se vienen cuatro años muy duros en la relación con Estados Unidos. Antes de conocer las nominaciones de su Gabinete mi pronóstico era desfavorable; ahora que sé quiénes se perfilan para el Departamento de Estado y el de Defensa, la subjefatura de Políticas de la Casa Blanca, el manejo de la frontera y las negociaciones comerciales mi conclusión es que, en este caso, un optimista sincero es un pesimista mal informado. Volverá un hombre más hostil y vengativo, con más votos y oficio, con control del Congreso y con una Corte permisiva. Si cumple una cuarta parte de sus promesas hará mucho daño.

Su lista de nominados es su primera venganza contra el establishment. Y aunque algunos de ellos no pasaran el filtro del Senado (pago por ver), la reserva de MAGA es amplia y cualquier reemplazo en la Fiscalía o en Seguridad o en las áreas de inteligencia, por ejemplo, garantizaría la uniformidad de un escuadrón de halcones. Trump es un hombre pragmático, dicen las mentes positivas, y acabará negociando en términos razonables. Sí, razonables para él, no para nosotros, a menos que se le confronte con gran sagacidad. Ojalá que el equipo de la presidenta Claudia Sheinbaum esté preparado para negociaciones de embudo, ríspidas y groseras, las únicas que se dan con él. Porque eso es lo que habrá en migración, en seguridad y en comercio.

No veo a México desahuciado, claro que no. Desde el primer gobierno trumpista fui de los que sostuvimos que, pese a la enorme asimetría, tenemos con qué defendernos; Alejandro Hope (QEPD) hizo incluso una lista de “municiones”. El problema de Peña Nieto, López Obrador y sus cancilleres es que ni las manos metieron, se doblaron ante la primera amenaza. Dejaron que Donald Trump los llevara a su callejón: mezcló temas, impuso condiciones. El madman los acobardó. Ya dije en este espacio que no percibo miedo en Sheinbaum, lo cual me da esperanzas de que no cometa el mismo error de sus predecesores. Entre los extremos viciosos de la cobardía y la temeridad está el justo medio de la valentía; eso y mucha perspicacia es lo que requiere para lidiar con un bully como Trump, cuya psicología es esencialmente la misma que la del niño agresivo de la escuela que solo respeta a quienes lo enfrentan.

Supongo que en el 2P-4T (segundo piso de la transformación, que le llaman) ya tienen los datos duros y el análisis sobre importaciones y exportaciones, estado por estado, distrito por distrito. Quiero pensar que ya calibraron lo que valdrá para el presidente estadounidense la contención migratoria, que saben cómo responder sus bravatas arancelarias, sus muy probables amagos de inundación de deportados y de escasez de gas. Me imagino, pues, que ya tienen la estrategia para negociar con Donald Trump y su poderío. Pero lo más difícil es otra cosa: acopiar valor y entereza, sin caer en la temeridad, para encarar inteligentemente sus alardes de prepotencia y explosividad y preparar a México para los golpes que podría recibir. Si actúan con dignidad tendrán el apoyo de los mexicanos para resistirlos.

El chico puede, con astucia, defenderse del grande. Si agarra la honda, David puede derribar a Goliat.

  • Agustín Basave
  • Mexicano regio. Escritor, politólogo. Profesor de la @UDEM. Fanático del futbol (@Rayados) y del box (émulos de JC Chávez). / Escribe todos los lunes su columna El cajón del filoneísmo.
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.