En un mundo donde la información fluye sin descanso; plagada de opiniones, rumores e intereses, es fácil quedar atrapado en grillas que a menudo carecen de sustancia y que pueden distraernos de lo verdaderamente importante, como nuestros objetivos, valores y paz interior.
En este contexto, las palabras del gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, resuenan en nuestra conciencia. Durante su última visita a los municipios de Nopala, Huichapan y Tecozautla, el mandatario estatal instó a las y los servidores públicos a enfocarse en lo verdaderamente importante: generar bienestar para las comunidades. Menchaca Salazar subrayó la necesidad de hacer política con responsabilidad, manteniendo contacto directo con la gente y alejándose de las “grillas” y los intereses personales.
Alejarse de estas dinámicas no significa ser indiferente, sino priorizar lo que realmente importa. Es un acto de madurez elegir no alimentar el ciclo de rumores y enfocarse en lo que genera resultados positivos. Centrarse en el trabajo y en relaciones que nos nutren emocional e intelectualmente es, sin duda, una inversión mucho más fructífera. Como bien señaló el gobernador Menchaca, apegarse a lo que dictan la constitución federal, la constitución local y las leyes es la base para ejercer nuestras responsabilidades con integridad y para avanzar hacia un bienestar colectivo sólido y duradero.
Además, existe un beneficio personal invaluable al mantenerse lejos del ruido de las grillas: la paz mental. Saber que uno actúa con integridad, que no participa en comentarios destructivos y que no busca protagonismo a costa de otros, fortalece el autoestima y permite trabajar con mayor claridad. Este enfoque mejora el rendimiento personal y contribuye a la construcción de entornos más sanos y productivos.
Por supuesto, no siempre es fácil. Las grillas tienen una atracción magnética porque apelan a nuestras emociones más primitivas: el deseo de pertenecer, la curiosidad y, en algunos casos, el sentirnos superiores al otro. Sin embargo, resistir esa tentación nos permite operar desde un lugar de conciencia y propósito, como lo señaló Menchaca al llamar a las y los servidores públicos a alejarse de los intereses personales y a enfocar su labor en el bienestar colectivo.
Alejarse de las grillas, que viven del morbo y la especulación, es una inversión en nosotros mismos. Un acto de amor propio que valora nuestro tiempo y energía. El verdadero cambio está en nosotros: ser ejemplo de integridad. Al final, el reto no está en cambiar a quienes participan en las grillas, sino en ser un ejemplo de cómo se puede vivir y trabajar con integridad, enfocados en lo que realmente importa.