En las elecciones de 2018 y 2021, no fueron electos porque no figuraban como candidatos: el primero a la gubernatura y el segundo a la alcaldía de la capital poblana. Por cuestiones del destino, Sergio Céspedes y Adán Domínguez están culminando cargos a los que llegaron por decisión y consenso del Congreso del estado y del Cabildo municipal, respectivamente.
A pesar de provenir de partidos políticos distintos, el domingo ambos pudieron cohabitar en un mismo lugar y por un mismo festejo: la conmemoración del inicio de la lucha por la Independencia de México.
Al gobernador de Puebla le quedan aún tres meses para cerrar su administración, mientras que al edil de la Angelópolis apenas uno para entregar la estafeta. Ambos imprimieron su propio sello al gobernar.
En el caso de Céspedes, optó por dar un giro de 180 grados en la forma de hacer política y gobierno; mientras que Domínguez prefirió la continuidad de lo trazado por su antecesor.
El morenista asumió las riendas de la entidad tras el repentino fallecimiento de Luis Miguel Barbosa, mientras que el panista quedó al frente del Ayuntamiento de la ciudad por el capricho de Eduardo Rivera de buscar la gubernatura.
El Grito de Independencia desde el balcón del Palacio Municipal fue una muestra de la altura política que aún se puede disfrutar en Puebla, dejando atrás episodios bochornosos como los protagonizados alguna vez por Rafael Moreno Valle y Eduardo Rivera, o más recientemente por Miguel Barbosa y Claudia Rivera.
En algo sí coinciden Sergio y Adán: ambos tienen futuro en la vida política de Puebla, y al no haber sido electos por voto popular, podrían buscar la forma de participar en el futuro por el mismo cargo que ya desempeñaron, pero con la temporalidad debida, es decir, seis y tres años, respectivamente.
El futuro inmediato de ambos está cantado: por un lado, Céspedes Peregrina se integrará al gabinete de la presidenta Claudia Sheinbaum, mientras que Domínguez Sánchez buscará ganar el liderazgo del panismo poblano como dirigente.
Lo cierto es que, en el patio central del Palacio Municipal, la noche del 15 de septiembre, entre ambos hubo cordialidad, serenidad y reciprocidad.