En el contexto de la política actual de Puebla y el resto del país, los informes de gobierno o de resultados (depende el ente que los emite), son de los eventos donde los actores presentan un balance de sus acciones, logros y retos durante su gestión.
Puede servir para dos motivos:
1.- Justificar porqué deben continuar.
2.- Justificar porqué no lograron lo que debieron alcanzar.
Sin embargo, a pesar de su importancia como herramienta de transparencia y rendición de cuentas, estos informes suelen estar envueltos en controversia, manipulaciones narrativas y escasa crítica real.
En ocasiones son eventos coreografiados donde el político en turno hace gala de su capacidad para transformar los datos y cifras en una narrativa exitosa, independientemente de la realidad en el terreno.
Hasta da la impresión de que existe un distanciamiento entre lo que se informa y la percepción ciudadana.
Pero existen sus debidas excepciones.
Hay personajes de la vida pública que se creen figuras construidas y otros que entienden que se trata de un proceso donde el “deber ser” es entregar resultados reales, palpables y en proceso de consolidación.
En la BUAP, la rectora Lilia Cedillo ha demostrado en tres años que sí se puede generar un constructo sobre un proyecto de largo alcance.
Quienes creyeron que se trataba de una rectora de transición, se equivocaron.
Quienes mantuvieron su idolatría a los Doger, Agüera o Esparza, quedaron como payasos.
Quienes entendieron que la dedicación, esfuerzo, resultados y lealtad son valores que nunca fallan, ahora están en el lugar correcto.
En el 2021, Cedillo Ramírez logró ser la primera rectora. Todos creyeron que sería un cargo de paso, pero logró sortear el ego de Barbosa y la vanidad de Céspedes.
Ahora, capotea el buen entendimiento de Armenta, un personaje que tiene muchas similitudes a la rectora de la máxima casa de estudios.
Lilia Cedillo, la “Tía Lilí” para los universitarios, tiene todas las credenciales para rendir su cuarto, quinto, sexto, séptimo y octavo informes de actividades.
Se abren las apuestas.
Al calce: Hablando de informes. Adán Domínguez, alcalde sustituto de Puebla, tuvo la oportunidad de marcar su propia ruta. Decidió colocarse a la espalda del fallido Eduardo Rivera. Tomó una decisión.