En México hay lugares cuyas dunas son un verdadero espectáculo. Samalayuca, en Chihuahua, por ejemplo, conocido por sus médanos de arena blanca que parecen moverse con el viento donde es factible practicar sandboarding y paseos en cuatrimoto.
También están las Dunas de Yeso, ubicadas en Cuatro Ciénegas, Coahuila, con su paisaje desértico y montículos de yeso blanco que contrastan con la vegetación circundante y las Dunas de Chachalacas en Veracruz también son un destino turístico popular. En Yucatán están las Coloradas, famosas por su paisaje psicodélico, donde grandes extensiones de agua se tiñen de rosa debido a microorganismos y la salinidad del área y, por supuesto, no podemos olvidar el Salar de Mexicali, en Baja California que, aun cuando no son dunas en sí, la singularidad del lugar y su belleza lo convierten en un destino atractivo para quienes buscan paisajes inusuales.
Hidalgo no es ajeno a ello. En los municipios de Pacula y Huasca de Ocampo, hay dunas conocidas por su impresionante color terracota que evocan paisajes que parecen sacados de Marte.
Las Dunas Rojas de Pacula están situadas a aproximadamente tres horas y media de Pachuca, la capital del estado, y se encuentran cerca del encantador Pueblo Mágico de Zimapán.
Para llegar a las Dunas Rojas de Pacula, es recomendable tomar la carretera hacia Zimapán y seguir las indicaciones locales. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la carretera carece de señalización adecuada. Por ello, es aconsejable descargar la ruta en Google Maps antes de salir, ya que la cobertura telefónica e internet es limitada en la zona. Una vez en el área, los visitantes pueden disfrutar de un paisaje casi virgen, donde la arena roja se mezcla con un frondoso bosque de pinos y cedros.
El atractivo principal de las Dunas Rojas es su peculiar color, resultado de una alta concentración de óxido de hierro y laterita. Este fenómeno geológico ha sido moldeado por el viento a lo largo del tiempo, creando formaciones caprichosas que invitan a explorar. A pesar de su belleza natural, el lugar aún no está completamente desarrollado para el turismo, lo que significa que los senderos son rudimentarios y carecen de señalización. Esto puede ser un desafío para algunos visitantes, pero también añade un elemento de aventura.
Las actividades disponibles en las Dunas Rojas incluyen senderismo, ciclismo de montaña y fotografía. Los visitantes son aconsejados a llevar ropa cómoda y calzado adecuado, ya que la arena puede manchar. Además, aunque no hay tarifas para acceder al área, se recomienda planificar la visita como un viaje de un día, ya que no hay opciones de hospedaje cercanas. Dormir al aire libre puede ser peligroso debido a la fauna local.
A solo unas horas al sur de las Dunas Rojas de Pacula se encuentran las “Dunas Rojas de Los Reyes Tepetzala”, en Huasca de Ocampo.
Este lugar también presenta un paisaje similar con arena rojiza y formaciones geológicas interesantes. La ubicación en Huasca permite combinar la visita a las dunas con otras atracciones turísticas del pueblo mágico, como sus hermosos paisajes naturales y su rica historia cultural.
El clima en estas regiones puede variar, por lo que es recomendable consultar las condiciones meteorológicas antes del viaje. La mejor época para visitar es durante el invierno o principios de primavera, cuando las temperaturas son más agradables para actividades al aire libre. Además, los paisajes son especialmente fotogénicos durante estos meses.
La experiencia en las Dunas Rojas es única no solo por su belleza escénica sino también por la oportunidad de desconectarse del bullicio urbano y sumergirse en un entorno natural casi intacto. La tranquilidad del lugar permite disfrutar plenamente del paisaje mientras se observa la flora y fauna local.
A medida que el interés por estos destinos crece, es posible que en el futuro se desarrollen más infraestructuras turísticas en torno a las Dunas Rojas. Sin embargo, por ahora, este rincón escondido sigue siendo un tesoro poco conocido que ofrece una experiencia auténtica para los aventureros.
En conclusión, tanto las Dunas Rojas de Pacula como las de Huasca representan una joya natural en Hidalgo que merece ser explorada. Con su paisaje impresionante y su ambiente tranquilo, estos lugares son ideales para aquellos que buscan escapar del estrés diario y disfrutar de la belleza natural mexicana.