El personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses se muestra sorprendido con el abultado presupuesto pues no se refleja en las instalaciones
Zimapán es un Pueblo Mágico de Hidalgo que ofrece una variedad de actividades propias para los amantes de la naturaleza como a los interesados en la historia y la cultura y prueba de ello es la parroquia de San Juan Bautista, una joya arquitectónica del siglo XVIII con un púlpito único en el mundo.
Los visitantes pueden encontrarse gratas sorpresas en el pueblo, rodeado de montañas y vegetación, como la gastronomía donde sobresalen platillos como chalupas, cecina seca y enchiladas, así como postres tradicionales que reflejan la riqueza culinaria de la región; también hay artesanías locales.
Si usted acude, no dude en visitar la Presa Zimapán. Inaugurada en 1996, es el embalse más grande del centro del país y, en buena época se puede practicar pesca deportiva y navegar por sus aguas; hay embarcaderos que ofrecen servicios de renta de lanchas y guías para explorar la zona y por eso es un lugar perfecto para disfrutar de un día al aire libre.
Por supuesto, hay que ir en las festividades locales, como la Feria Patronal de San Juan Bautista y el Festival del Amor.
Sin embargo, uno de los principales atractivos en esa demarcación es el Cañón del Infiernillo, donde los visitantes pueden disfrutar de actividades como cañonismo, senderismo y exploración de grutas.
Es un lugar famoso por sus impresionantes formaciones rocosas y aguas cristalinas, lo que lo convierte en un destino ideal para quienes buscan aventura y belleza natural; además, están cerca las Grutas de Xajhá y sus aguas termales.
Es un impresionante destino natural que atrae a aventureros y amantes de la naturaleza y se caracteriza por sus enormes paredes rocosas que alcanzan más de 400 metros de altura y por la estrecha boca que permite el paso del Río Moctezuma. La belleza escénica del lugar lo convierte en un espacio ideal para la práctica de deportes extremos y actividades al aire libre.
Desde 1990, el cañón ha sido parte del proyecto hidroeléctrico Zimapán, donde se construyó la cortina más alta de su tipo en México. Esta obra no solo ha transformado el paisaje, sino que también ha permitido el desarrollo de actividades recreativas en la zona. Actualmente, los visitantes pueden disfrutar de restaurantes ubicados a lo largo de las orillas del cañón, así como participar en torneos de pesca deportiva y explorar otras bellezas naturales cercanas, como el Cañón del Epazote y el Cañón de las Brujas.
Para llegar, se puede partir desde la cabecera municipal y está a una hora de distancia, aunque también es posible acceder desde Pinal de Amoles, en Querétaro, lo que lo convierte en un destino accesible para quienes buscan una escapada de fin de semana. El trayecto incluye caminos pavimentados y brechas sin pavimentar, por lo que es recomendable utilizar un vehículo adecuado.
Ahí se puede practicar el cañonismo y descender por las paredes rocosas utilizando técnicas de rappel, es un desafío físico que incluye hasta 13 descensos, el más alto de aproximadamente 35 metros. Además, pueden practicar saltos en pozas naturales con aguas cristalinas, donde las alturas pueden alcanzar hasta 15 metros.
El entorno del Cañón del Infiernillo es atractivo para quienes prefieren actividades menos extremas; los senderos alrededor ofrecen oportunidades para caminatas y exploración de la flora y fauna local. Destaca la vegetación que incluye cactáceas y árboles como mezquites y encinos.
El clima es un factor a considerar. La mejor época para explorar el cañón es entre octubre y noviembre, justo después de la temporada de lluvias. Durante este tiempo, las temperaturas son agradables y las condiciones son ideales para disfrutar de actividades al aire libre.
Hay opción para acampar en la zona y disfrutar de una experiencia única.
La experiencia en el Cañón del Infiernillo puede durar varias horas, dependiendo de la habilidad física y las paradas que se realicen para admirar el paisaje.
En el cañón hay una gran biodiversidad y las aguas del río Moctezuma son un atractivo adicional para quienes disfrutan nadar o simplemente relajarse junto al agua.
Es un destino imperdible para quienes buscan aventura y belleza natural en Hidalgo. Con su combinación única de desafíos físicos y paisajes impresionantes, este lugar se posiciona como uno de los secretos mejor guardados para los amantes del ecoturismo en México. La oportunidad de desconectar del bullicio cotidiano mientras se vive una experiencia extrema hace que cada visita sea memorable.