Este 17 de octubre no es una fecha más en nuestro calendario, es un día para recordar la importancia de la lucha de las mujeres en México por la igualdad política. Han pasado ya 71 años desde aquel 17 de octubre de 1953, cuando en el Diario Oficial de la Federación se publicó el decreto que reconoció, a nivel constitucional, los derechos de las mujeres a votar y ser votadas, un derecho que siempre debieron haber tenido.
Es cierto que alcanzar una sociedad democrática ha sido una lucha constante, que no debemos olvidar y que siempre debemos tener presente. Toda democracia representativa, liberal o moderna ha sido el resultado de movimientos sociales y luchas históricas.
Cuando surge la democracia liberal, solo votaban aquellos que tenían dinero, títulos mobiliarios o académicos, en lo que se llamó democracia censitaria. Fueron los movimientos obreros, a mediados del siglo XIX, quienes lograron abrir la participación a otros sectores de la población.
Sin embargo, la lucha continuaba. En México, fue hasta mediados del siglo XX que los derechos políticos de las mujeres se consolidaron. Porque no podemos tener una democracia fuerte y consolidada sin la participación de todas, todos y todes. Una democracia no se consolida sin condiciones equitativas de competencia, que permitan la participación y representación de los diferentes sectores de la población, incluidos los grupos históricamente vulnerables y discriminados.
No debemos olvidar que la lucha no comenzó ni terminó el 17 de octubre de 1953. El movimiento sufragista inició mucho antes. Recordemos el Congreso Feminista de 1916 en Mérida, Yucatán, en vísperas de la instalación del Constituyente de 1917, donde se exigía, entre otras cosas, la inclusión de las mujeres en las instituciones públicas. De hecho, en 1922, en ese mismo estado, se reconoció el derecho de las mujeres a participar en elecciones municipales, lo que resultó en la elección de la primera mujer regidora en Mérida.
En 1934, se presentó una iniciativa de reforma constitucional para otorgar a las mujeres el derecho a votar y ser votadas, pero no culminó el proceso legislativo necesario, por lo que no se concretó en ese momento.
Para recordar siempre: debemos tener presente a las grandes precursoras del movimiento por los derechos político-electorales de las mujeres en México, como Laureana Wright, Dolores Jiménez y Muro, Hermila Galindo y Elvia Carrillo Puerto, quienes dedicaron su vida a reivindicar los derechos de las mujeres y su rol en la sociedad, especialmente en la política.
Asimismo, es fundamental recordar a las mujeres que lucharon por los derechos y libertades de todos desde el movimiento independentista, como Josefa Ortiz de Domínguez, María Ignacia Rodríguez de Velasco, Mariana Rodríguez del Toro, Leona Vicario, María Luisa Martínez de García Rojas, Altagracia Mercado y Manuela Medina. También en la Revolución Mexicana, destacan figuras como Adela Velarde Pérez, Amelia Robles Ávila, Carmen Vélez, Clara de la Rocha, Margarita Neri, Petra Herrera, Rosa Bobadilla “La Coronela”, Valentina Ramírez Avitia, Encarnación Mares y Ángela Jiménez.