Mientras lo que ocurre en la Cámara de Diputados y Senadores, así como en los diversos gobiernos, tiene un impacto que va más allá de unas semanas, y ahí se gana o se pierde como colectividad
Esta semana fueron nominadas y nominados para salir del “reality show” de “La casa de los famosos”, Gomita, Briggitte, Sian, Adrián y Karime. Además, han filtrado por segunda ocasión un listado con el orden en que serán eliminados (ganando un integrante del “team” mar).
Cabe recordar que en esta denominada “Casa de los famosos”, entre los integrantes del llamado “cuarto mar” y “cuarto tierra” hay intrigas, traiciones, insultos, retos, risas, polémica y sí, también interacción con el público, así como votaciones.
Sin embargo, mientras esto ocurre en un “reality show”, en nuestra realidad, han sucedido todo lo anterior y más con la presentación y discusión de reformas a la Constitución Política de nuestro país, así como la determinación de cómo se iban a asignar las diputaciones y senadurías de representación proporcional, clave para la definición de la agenda legislativa (es decir, qué leyes se van a modificar), así como los cambios que podrían sufrir la denominada Carta Magna.
Si bien, es completamente válido a quien le guste ver y participar en un “reality show” (igual está el program de “La academia”, de quienes aspiran a ser estrellas musicales), esto no significa que la sociedad se desentienda de los asuntos públicos, al final estos programas al paso de las semanas terminarán y quien gane serán las televisoras, mientras lo que ocurre en la Cámara de Diputados y Senadores, así como en los diversos gobiernos, tiene un impacto que va más allá de unas semanas, y ahí se gana o se pierde como colectividad.
Todas las personas tienen derecho a divertirse, a mirar programas televisivos, leer, correr, bailar o realizar cualquier actividad recreativa, yo podré no ver los mencionados programas, pero no significa que señale o etiquete a quien lo hace. Lo cierto es que sí considero necesario conocer, leer e informarnos de personas expertas y con diversos puntos de opinión sobre lo que implicaría una reforma al Poder Judicial o sobre la integración del Congreso de la Unión.
Que las pláticas y las sobremesas entre amistades y familiares no solo sean de los “realities shows”, donde por cierto, hay personas con discusiones hasta en redes bastante acaloradas, por un programa que es simple y llanamente entretenimiento, un “show” y así debe valorarse, como un espectáculo, cuyas conversaciones a veces cuentan con un gran conocimiento de lo que ocurre en dicha casa, que ese mismo nivel de involucramiento y más, sea nuestra crítica y análisis de lo que ocurre en los partidos, en el Congreso y en los gobiernos.
Si sabes qué es el “team tierra” y que el “team mar”, y no de qué tratan las reformas constitucionales, corremos el riesgo como sociedad de dejar en otras manos la decisión de qué rumbo tomaremos como país y como sociedad.
En toda sociedad, es necesario hablar de política y de los asuntos públicos, eso sí, siempre respetando las posturas, coincidencias y diferencias, para que como sociedad elevemos el debate público.
Es momento de que te informes de lo que está pasando y escuches diversas posturas, no solamente te quedes con lo que te dice un medio, un político un académico, un vecino, escucha, lee, infórmate, cuestiona.
Nadie tiene la verdad ni la razón absoluta, la doctrina y los dogmas están en las religiones, en política debe prevalecer las posturas ideológicas.
En la doctrina no hay crítica, en la política, porque la ciudadanía se construye, siempre enalteciendo la libertad, la igualdad y el derecho a pensar.