Los corruptos tratan siempre de esconder sus crímenes y perderse en el mar de la impunidad. A la gente no le gusta enterarse cómo le robaron su dinero o que algún funcionario abusó de su poder, pero estoy seguro de que la lista de casos de corrupción es muy larga y ofensiva. La evidencia que permitiría revelar muchos actos de corrupción es obvia, está en los archivos del gobierno. Ahora resulta que el vigilado es el dueño de los archivos que podrían demostrar que hizo algo mal, mientras que el vigilante, que lo mismo puede ser un periodista que un ciudadano de a pie, tiene que encontrar la manera de darle la vuelta a este problema. Carlos Denegri era conocido como el vendedor del silencio y que fue retratado de manera magistral por Enrique Serna. A mediados del siglo XX, Carlos Denegri era el líder de opinión más influyente de México. Reportero estrella del diario Excélsior, tenía una red de contactos internacionales envidiada por todos los periodistas. Mimado por el poder, como columnista político sobresalió por su falta de escrúpulos, al grado de que Julio Scherer lo llamó "el mejor y el más vil de los reporteros".
Denegri industrializó el "chayote" cuando esa palabra todavía no se usaba en la jerga política. En su Fichero Político, donde fungía como vocero extraoficial de la Presidencia y cobraba todas las menciones, podía difamar a cualquiera con impunidad absoluta.
Según Carlos Monsiváis, un coscorrón en esa columna representaba "una temporada en el infierno" para cualquier aspirante a un cargo público. Aunque ganaba millones por publicar alabanzas, se hizo más rico aún por medio de la extorsión, callando y protegiendo lo que sabía de sus poderosos clientes.
La personalidad pública de Carlos Denegri es indisociable de las atroces vejaciones misóginas que cometió en su vida privada y que esta actitud se agravaba a través de su manifiesto alcoholismo. Era tan prepotente y déspota en el trato con las mujeres como en el periodismo, de modo que su patología fue a la vez íntima y social. Denegri representaba una radiografía del machismo a la mexicana y epitafio de la dictadura perfecta. Con la desaparición del INAI estamos en un nuevo punto de partida que nos va a llevar al pasado de Carlos Denegri, con algunos seudo periodistas privilegiados que van a tener acceso a toda esta fuente de información y que serán utilizados por las elites políticas para desacreditar el honor del enemigo en turno. En consecuencia, la sociedad civil tendrá que enfrentar una vez más la opacidad del régimen que va a esconder todo.
Con la decisión para desaparecer el INAI; y con El vendedor de silencio, se muestra el lado más oscuro de la condición humana