Posada navideña. El CEO comienza su discurso diciendo, “lo más importante de esta empresa son ustedes, los empleados”. ¿Le suena familiar? ¿Cuántas veces más en el resto de los 364 días cualquier miembro de la C-suite (o mando medio) se acerca a decirle lo mismo?
“Sin embargo, vemos un cambio en México. Las empresas están invirtiendo en plataformas de capacitación y de interacción con su gente en la nube y muchos están buscando la mejor manera de transicionar al futuro del trabajo”, explica Tomás Fernández, socio líder de Capital Humano de Deloitte.
Si bien uno identifica más a la consultora por sus servicios en Estrategias o Tecnología, el área de RH está creciendo (duplicó su tamaño en tres años) y ya significa 20 por ciento de los ingresos de la empresa. Una de las primeras señales de que hay que poner al empleado al centro es la física: no son pocas las firmas que decidieron cambiar sus corporativos por espacios más amplios, sin tantas oficinas y guetos, donde todos se ven a la cara y hay islas de reuniones emergentes. “Estos cambios permiten ahorros de hasta 30%, tanto por la renegociación del arrendamiento del espacio hasta para saber quienes puede hacer más home office y quién realmente necesita (o no) una oficina cerrada”, abunda Jorge Ponga, también socio de Deloitte. “Está muy medido: las empresas más colaborativas son 10% más eficientes”.
¿Realmente hay un ánimo de cambio? Según su informe Tendencias en Capital Humano 2018, parece que sí. Mientras hace cinco años, este mismo análisis revelaba que a los directivos les preocupaba solo cómo lograr que su gente ejecutara y llevara a buen puerto sus proyectos, ahora la gran necesidad es saber cómo aprovechar la era digital (y la enorme velocidad de adaptación que tenemos puertas afuera de la oficina) para aumentar con ella la productividad interna. “Los clientes llegan pidiendo ‘cómo me convierto en el Uber de mi sector’”, cuenta Fernández.
Pero uno de los conceptos nuevos que está comenzando a sonar en RH es lo que antes solo trabajaban en Mercadotecnia: “crear experiencias irresistibles”, pero ya no para clientes, sino para empleados. “Los millennials están empujando a cambiar los planes de carrera por experiencias a la medida, a nuevos modelos de evaluación de desempeño y a una personalización de las compensaciones, con flexibilidad de horarios y proyectos”, dice Fernández.
Ojalá en la siguiente posada su jefe no solo diga que usted es lo más importante de la empresa, sino que le agregue el dato de cuánto más ayudó —con datos concretos— a ser tan importante en la facturación anual.
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