Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), Epifanía significa revelación, pero para Adriana Paz, la actriz mexicana de la cinta “Emilia Pérez”, ganadora del Globo de Oro 2025, Epifanía es mucho más que una simple revelación, es verla en los más altos escenarios de Hollywood alzando los premios más prestigiados del cine y logrando coronar una larga carrera de esfuerzo y dedicación.
Desde “La Tirisia”, en 2014, Adriana demostró de lo que era capaz, y es que lo suyo son los personajes fuertes, dramáticos y con gran carga emocional que logran enchinar la piel, es por eso que Epifanía, el personaje que interpreta en la cinta de Jacques Audiard, no sorprende, más bien estremece.
La actriz, nacida en Ciudad de México en 1980, es un talento fuera y dentro de la pantalla, su carisma la precede, pero nada de lo que está logrando le llegó “de a gratis”.
Adriana Paz ha trabajado arduamente para ocupar el lugar que hoy tiene en el cine mexicano e internacional.
Conocí de cerca a Adriana en 2017, mientras hacíamos la campaña de prensa de la película “Casi una Gran Estafa” -la cual, por cierto, pasó sin pena ni gloria-, donde ella interpretó a Mary Paz y ahí, entre tantas entrevistas, conferencias de prensa, alfombras rojas y eventos para estreno de esa cinta tuvimos oportunidad de convivir y trabajar muy de cerca, y ahí vino mi primera “Epifanía” con la Paz.
Divertida y perseverante como la Toña de “Rudo y Cursi” (2008), resiliente como la “Hilda” (2014) de esa cinta y determinada como Lucía en “Nadie Sabrá Nunca” (2018), Adriana es tenaz, visionaria y con un talento actoral indiscutible.
Como si eso fuera poco, es cálida y con los pies en la tierra, llegar a las más altas marquesinas del cine internacional, claro que estaba en su plan de vida, pero lo hizo paso a paso, ladrillo a ladrillo, de forma tal que ningún galardón hoy la agarre desprevenida.
Con cuatro premios Ariel a Mejor Actriz, por “Rudo y Cursi” en 2009, “la Tirisia” en 2015, “Hilda” en 2016 y “La Caridad” en 2017; en los rubros de coactuación y actuación principal, según el caso, la Paz llegó al narcomusical queer más controversial del momento, sobría y sólida, pero no sobrada, y de la mano de ésta, su “Epifanía”.
Compartiendo créditos con Karla Sofía Gascón, Zoe Saldaña y Selena Gomez, nadie duda de la razón por la cual estas cuatro talentosas mujeres ganaron en Cannes el reconocimiento a Mejor Actriz, el jurado del festival de cine más prestigiado del mundo, presidido por Greta Gerwig, afirmó que fue imposible destacar por separado a las actrices de “Emilia Pérez”, por lo que decidieron galardonar en conjunto a esta historia de mujeres, donde aseguraron “todas brillaron al unísono”.
Fue la misma Adriana, quien describió su experiencia con el director francés como como otra “Epifanía” amigable, cariñosa y abierta para poder crear “lo suficientemente flexible y rápido para captar lo que él quería”.
Y entre el anecdotario de Adriana queda el cómo recibió la noticia de haber ganado un premio en Cannes, pues ella venía en el avión de regreso a México cuando recibió el mensaje de un amigo mutuo, periodista mexicano que estaba en Francia, y casi no lo podía creer, tanto que lloró mientras lo asimilaba.
A la “Epifanía” que hoy vemos gloriosa en las fotos de las revistas hollywoodenses con vestidos de diseñador, le tomé una fotografía en el cocktail del estreno de aquella película que compartimos y ella la publicó feliz como foto de su perfil, su glamour sigue siendo el mismo, pero su talento y generosidad con quienes la admiramos es cada vez mayor.
Que a nadie sorprenda seguir viendo a Adriana Paz en las alfombras rojas de esta temporada de premios alzando estatuillas, y quizá en muchos más paseillos gloriosos en los años subsecuentes.