El día de ayer, aunque no se hizo mucho ruido, pasará a la historia como muchas otras cosas más que han venido ocurriendo desde que ganó Sheinbaum, le hablo de la desaparición finalmente de varios organismos que eran autónomos dentro de nuestro gobierno federal.
Desde hace tiempo AMLO había dicho que quería eliminarlos, según él para bajar el gasto público porque era una cantidad grotesca la que se erogaba, cosa que en honor a la verdad es totalmente cierto, eran miles de millones de pesos dedicados a sostener a estas instituciones.
Las que fueron pasadas por la rasuradora son: la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación y el más mentado de todos el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) y todos sus órganos autónomos de cada estado de la República mexicana.
Entre todos estos angelitos, la suma aproximada que se gastaban al año era de casi 75 mil millones de pesos, cifra ínfima comparada contra todo el egreso total de la federación, pero al final nada despreciable.
Para nadie es un secreto que ese dinero que se ahorrará se irá directo a programas sociales y a financiar pensiones de adultos mayores, lo que seguirá asegurando a Morena el apoyo del pueblo sabio.
Al final el cuento que nos cuentan es que las funciones de estos organismos no se perderán y que serán absorbidas por varias secretarias.
La cosa es que al final nuevamente regresamos al pasado, donde nuestro querido gobierno será juez y parte, no habrá quién los vigile a ellos y lo que antes era una autonomía total, donde la transparencia, la justicia, la rendición de cuentas y vigilancia estaba asegura, hoy no será más así, ya veremos cómo se pone.