Que el hecho que el acueducto Solís-León esté contemplado dentro del Plan Hídrico presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum no quiere decir que ya el próximo año inicie la obra pues en el proyecto de presupuesto de egresos de la Federación no hay dinero etiquetado para la obra, ni siquiera para el desarrollo del proyecto ejecutivo que implicaría estudios y análisis del mismo.
Y es que hasta donde se sabe, de los más de 15 mil millones de pesos que costará la obra, el gobierno federal pondrá la mitad y aparentemente la otra mitad se dividirá entre el estado y los municipios que se beneficiarán en partes proporcionales. Mientras no haya dinero etiquetado y papelitos firmados no se puede dar por hecho nada, al menos no para el 2025.
Que aunque el juez federal que concedió la suspensión provisional a los empresarios de León respecto a la extinción del Fidesseg vio posibles violaciones a los derechos de los promoventes nos dicen los que saben que muy probablemente al revisar las argumentos del Ejecutivo finalmente habrá un fallo a favor del gobierno.
El tema es sencillo nos dicen, pues en la conformación del fideicomiso la ley establece que el gobierno del estado tiene la facultad de extinguirlo si lo considera necesario, por lo que la gobernadora Libia García solo hizo uso del derecho que le da la legislación para prescindir de éste.
Que tal es la confianza que tienen en el Ejecutivo de obtener una respuesta a su favor, que mientras tanto se siguen trabajando en dos vertientes, una la elaboración del nuevo modelo de apoyo a las organizaciones de la sociedad civil desde la Secretaría del Nuevo Comienzo que encabeza Rosario Corona.
En tanto que en el Congreso del estado trabajan en la conformación de la subsecretaría que se encargará de atender a los grupos que serán beneficiados por los recursos remanentes del Fidesseg. Todo esto verá la luz (o no si es que le dan la razón a la IP) hasta los últimos días del mes de enero el 2025.