Que la llegada de Ricardo Anaya a la coordinación del PAN en el Senado generó otra vez ruido interno, pues mientras Adriana Dávila lamentó que se hayan apagado las voces de las mujeres, fue evidente la ausencia en el acto de Enrique Vargas y Miguel Márquez, provenientes ambos de estados generadores de votos para el blanquiazul. Y como era previsible, el chamaqueado fue Marko Cortés, quien apoyó con todo a Jorge Romero para que lo sucediera a cambio del liderazgo en Insurgentes y Reforma, pero de último momento sencillamente la cruzazuleó.
Que aunque una buena noticia es que la elección judicial no llenará de propaganda electoral las calles y estarán prohibidas las bardas y espectaculares para que las candidaturas se promuevan, cuando ya algunas ministras se dieron vuelo con las campañas adelantadas, todavía falta ver si el Tribunal Electoral, encabezado por Mónica Soto, no decide darle revés a los candados del INE, que preside Guadalupe Taddei, con eso de que ya dejaron claro que piensan “quitar todas las piedritas del camino”.
Que el secretario de Estado estadunidense, Marco Rubio, ya planea su primera visita por Latinoamérica, pero no está en su agenda pisar territorio mexicano, acaso por las diferencias en materias migratoria, de seguridad y comercial, que parecen no permitir un buen comienzo en las relaciones diplomáticas, más la incontinencia verbal de Donald Trump y ahora hasta de su hijo, quien anda promoviendo una iniciativa ya conocida de dar patente de corso a mercenarios para acometer la cacería de narcotraficantes.
Que este fin de semana, la presidenta Claudia Sheinbaum realizará una gira por el oriente del Estado de México, acompañada de la gobernadora Delfina Gómez. El viernes estarán en Los Reyes La Paz, Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, el sábado visitarán Valle de Chalco Solidaridad, Ixtapaluca y Chicoloapan, mientras que el domingo cerrarán en Texcoco y Ecatepec, además de que se revisará el plan maestro de la Zona Oriente, donde viven más de 10 millones de personas.