Que Marilyn Cote, la falsa psiquiatra que generó indignación en Puebla, finalmente fue detenida por la Fiscalía General del Estado de Puebla, en coordinación con su similar de Tlaxcala. Se sabe que enfrenta al menos siete denuncias en su contra y ya fue presentada ante un juez de control. La mujer habría engañado a múltiples personas haciéndose pasar por especialista en salud mental, dejando un rastro de víctimas que ahora están siendo llamadas a presentar denuncias formales para robustecer el caso.
Que Francisco Rodríguez, secretario de Gobernación del Ayuntamiento de Puebla, tiene en la mira reubicar a las sexoservidoras del Centro Histórico. Según explicó, se plantea trasladarlas a “sitios de interés” como hoteles y para ello ya cuentan con un padrón de 2 mil personas, de las cuales el 20% ejerce su labor en dicha zona.
Que en el Hospital para el Niño Poblano las cosas no pintan bien. Dicen que, bajo el pretexto de los cambios de autoridades, el área de urgencias está prácticamente inoperativa. Padres de familia denuncian que no hay ni medicamentos básicos, dejando en la indefensión a los niños, especialmente a los que provienen de familias de bajos recursos.
Que las acusaciones de Rosario Orozco, diputada federal de Morena y viuda de Miguel Barbosa, encendieron los ánimos en el Congreso local. El PVEM rechazó sus afirmaciones al señalar que el respaldo a Sergio Céspedes fue porque era un perfil que podía garantizar consensos y gobernabilidad en un momento crítico. El partido vinotinto fue más allá y calificó las declaraciones como absurdas, al tiempo de asegurar que Barbosa no fue precisamente modelo de unidad, ya que ordenó persecuciones y división política. Hasta el PAN retó a la señora a presentar pruebas de las prebendas que acusa, dejando claro esto es más un tema político que una denuncia seria.
Que Alejandro Armenta ha comenzado a enviar mensajes de estabilidad. En un encuentro con empresarios de Chignahuapan, dejó entrever que su administración buscará construir confianza con el sector productivo, asegurando que las cosas estarán bajo control.