Que no hay plazo que no se cumpla y Alejandro Armenta se convierte desde este sábado en el nuevo gobernador. Consciente del dicho que afirma: “Nunca hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión”, mostrará desde el primer día su estilo de gobierno ante los invitados que presenciarán su mensaje. Se dice que no dejará nada a la interpretación, mostrando su músculo político y, sobre todo, su capacidad para dirigir la orquesta desde el primer segundo. Como suele ocurrir en este tipo de eventos, desfilarán representantes de todos los sectores, buscando congraciarse a un sistema que parece, hasta ahora, indescifrable.
Que Armenta no quiere repetir los errores del pasado. Si algo quedó claro en las últimas administraciones estatales, fue la carencia de equipos de comunicación social eficaces. Para evitarlo, confió la coordinación a José Tomé Cabrera, un perfil que lleva años trabajando a su lado. Además, su equipo no escatimó en experiencia y talento, sumando a Sandra Izcoa, Isabel Tobón, Patricia Alvarado, Mario Romero, Arturo Alfaro, Erika Nieto, Mario Martell y Fernando García. Dicen los que saben que un buen equipo de prensa es el puente entre el gobierno y la ciudadanía, transformando acciones en confianza, transparencia en conexión y políticas públicas en un mensaje claro que inspire a la participación.
Que Sergio Céspedes se tomará un respiro. El ahora ex gobernador dedicará las próximas semanas a su familia, pero ya prepara su próximo desafío de asumir la titularidad del Instituto Nacional de Migración a principios de 2025. El camino no será fácil y le tocará enfrentar una dependencia con problemas estructurales y desafíos enormes, lo que pondrá a prueba su temple político. Mientras algunos exgobernadores disfrutan de cargos diplomáticos, a él lo enviaron directo al fuego. ¿Saldrá bien librado?
Que tras la renuncia de Gilberto Higuera Bernal como Fiscal General del Estado, se dice que pocos podrán igualar la estabilidad e institucionalidad que mantuvo durante cinco administraciones estatales y dos encargados de despacho, un logro que no es menor en tiempos de turbulencia política. Veremos si le alcanza para convertirse en ministro de la Corte.