Que en menos de dos meses de administración, Alejandro Armenta ha firmado dos convenios de colaboración con entidades vecinas, como Tlaxcala, que gobierna Lorena Cuéllar y apenas ayer con Margarita González, de Morelos. Falta hacer lo propio con estados que son prioritarios para atender temas de seguridad, como Guerrero con Evelyn Salgado, Veracruz con Rocío Nahle e Hidalgo con Julio Menchaca, con quien se tendrán que resolver los temas relacionados con bandas huachicoleras. De igual forma se tiene previsto hacer lo propio con Salomón Jara, de Oaxaca y de esta forma tener una estrategia integral en las zonas limítrofes.
Que desde la oficina del Ejecutivo estatal se ha hecho un llamado enérgico para que los ayuntamientos cumplan con su responsabilidad en materia de salud pública, específicamente en materia de inversión en rastros certificados; con el objetivo de erradicar los mataderos clandestinos que ponen en riesgo el bienestar físico de la población. Este exhorto busca fortalecer la seguridad alimentaria y garantizar prácticas sanitarias adecuadas en la entidad.
Que la Secretaría de Seguridad Pública estatal iba en serio cuando anunció poner en orden la vida nocturna de la ciudad. Y es que tras los recientes altercados en bares y antros, se implementará un sistema de credencialización para los famosos “cadeneros”. La medida busca fortalecer el control y la tranquilidad en estos establecimientos, aunque algunos se preguntan si esto será suficiente para evitar futuros incidentes.
Que en la Universidad de las Américas Puebla se han registrado al menos 15 denuncias de estudiantes que afirman haber sido víctimas de extorsiones telefónicas, presuntamente originadas desde centros penitenciarios en el Estado de México. Ante esta situación, la institución educativa ha implementado el programa preventivo “No te enganches”, con el objetivo de orientar a su comunidad estudiantil sobre cómo manejar llamadas sospechosas y evitar caer en este tipo de engaños. Además, la universidad ha ofrecido apoyo legal a los afectados para lidiar con las consecuencias de estos delitos.