Más allá de la composición de la recién instalada LXII Legislatura mexiquense, donde Morena tiene el mayor número de curules y con sus aliados una mayoría calificada, veremos de qué está hecho el partido dominante, si hay voluntad de diálogo con las minorías y se buscan consensos para los acuerdos o habrá una imposición en el trabajo legislativo.
Morena y sus aliados no necesitarán de los votos de PRI, PAN y MC para decidir la suerte de las iniciativas que envíe la gobernadora Delfina Gómez. Pero si quiere tener legitimidad y que haya armonía legislativa, entonces si deberá buscar el diálogo con las partes.
Ese será el gran reto de Morena y sus aliados, su voluntad de construir acuerdos y dialogar con las minorías y no someter por mayoriteo.
Cabe recordar que si Morena no busca los acuerdos y los consensos estará actuando como se hizo en el pasado, donde la oposición, principalmente la de origen de izquierda, era avasallada por los mayoriteos, ya fuera del PRI cuando tuvo mayoría absoluta o con el apoyo del PAN.
El reto es que esa mayoría calificada sea para legislar realmente en bien del Estado de México y no para los intereses del partido en el poder y sus seguidores, que el trabajo legislativo se base realmente para lo que llegaron a representar al pueblo.
De lo contrario emularán al pasado que tanto criticaron, donde solo existía una voz y el voto avasallador, y las expresiones de la izquierda solo eran eso, expresiones sin trascendencia, pues no tenían los votos suficientes para contrarrestar el poder absoluto,
Los mexiquenses esperan un trabajo responsable de los legisladores locales, que trabajen para el bien de la entidad, que se legisle por leyes que impulsen políticas públicas y estas se reflejen en un mejor bienestar para la población.
Hay mucho que trabajar en materia legislativa para que haya leyes más severas contra la delincuencia, ordenamientos jurídicos para mejorar los sistemas de salud, educación, sustentabilidad, infraestructura, combate a la corrupción y muchos temas más de la agenda que la población exige se atiendan para bien de todos.
El reto no es insalvable, basta que los legisladores asuman su papel de representantes populares y no de partido y seguramente los resultados se podrán ver en el corto plazo, de los contrario solo cambiará el color y no la voluntad.
Si una mayoría calificada con responsabilidad y no impositiva.
Lo veremos.