La dirigencia nacional de Morena se encuentra en plena fase de adoctrinamiento ideológico con el fin de reforzar los conceptos obradoristas a la vieja usanza, pues como dice el dicho “la letra con sangre entra”.
A poco tiempo de haber asumido la presidencia del partido nacionalista, la dirigente Luisa Alcalde y el secretario de Organización, Andrés López Beltrán (hijo del ex presidente AMLO, se debe de remarcar), acuden a los estados para presentar el “Decálogo para autoridades emanadas de Morena”.
Lo anterior con el fin de dar el paso a una evolución política en donde se debe continuar con el legado del ex mandatario, con el objetivo de garantizar la permanencia de Morena y a 4T la frente de la vida política del país, y de los puestos públicos, dicho sea de paso.
Pero ¿realmente se cumplen los tratados obradoristas inmersos en los 10 puntos?, para la gran mayoría de funcionarios de elección popular, desde un concejal, un representante seccional, pasando por un regidor, síndico, diputado local, federal, senador, hasta el gobernador, no hay forma de saber cómo se está llevando el tema de ser o no ser, o quizá de parecer.
Como muestra podemos revisar qué dice el famoso Decálogo que presume la dirigente Luisa Alcalde por todo México y usted, querido y respetable lector, concluya si es que su representante en el Congreso, o su regidor o su servidor de confianza, está cumpliendo o no.
1.- Las y los servidores públicos de Morena se deben al pueblo y deben ser leales a él. Atendiendo sus reclamos en audiencias públicas semanales. 2.- Se cuenta con un Plan de Austeridad Republicana, que incluye erradicar privilegios de las y los funcionarios. Ningún funcionario gana más que la Presidenta de México. 3.- Cuando existe duda, conflicto o alguna decisión difícil, se consulta al pueblo. 4.- Se informa de manera periódica y con absoluta transparencia el destino de los recursos.
5.- La corrupción no se tolera. No hay cabida al nepotismo, amiguismo, influyentísimo, sectarismo ni a los aviadores. 6.- En los equipos de gobierno hay el mismo número de hombres y mujeres. Se da oportunidad a las juventudes. 7.- Los recursos públicos, la inversión pública en infraestructura y programas, siempre están enfocados en las y los que menos tienen. 8.- Los servicios públicos se fortalecen y mejoran, no se privatizan. Se respeta a naturaleza. Las reservas naturales por encima de intereses privados.
9.- En ningún caso la policía se utiliza para reprimir al pueblo y hay una línea divisoria con el crimen organizado. 10.- El poder se ejerce con humildad. No hay espacio para banalidades.