La elección en Cuautepec de Hinojosa, el domingo 1 de diciembre, pone a prueba el sistema de partidos de nueva cuenta en el estado, así como a las dirigencias políticas que no han estado a la altura de la exigencia de ciudadanos que requieren de partidos fuertes, con ideología social y humanista de fondo, no solo que repliquen lo que otros dicen a nivel nacional.
Mientras la organización y logística sigue siendo la misma que en cada proceso, el costo para un solo proceso, en este caso extraordinario, se eleva a 8 millones de pesos para una votación de menos de 10 mil personas, sino es que de apenas 5 o 6 mil.
Si a eso le agregamos que serían dos elecciones en un mismo año en el municipio de Cuautepec, equivalentes cada una al mismo costo, estamos hablando de 16 millones de pesos que se gastaron en 2024 para elegir autoridades en una demarcación. ¿Innecesario?, tal vez, ¿costoso?, demasiado.
Por eso la ciudadanía rechaza cada que llegan candidatos y candidatas a querer convencerles con argumentos simplistas como los que ya todos nos sabemos, o con discursos reciclados que no son ni de un origen de pensamiento local, ni mucho menos de los personajes en turno que han pasado por varios partidos, cargos y ahora quieren presentarse como intachables.
Está para reflexionar, pues, el tema de que una nueva elección en Cuautepec de Hinojosa, poco o nada va a resolver de los temas medulares que aquejan a su población, principalmente el de la desigualdad social y laboral que tiene el tejido roto desde hace muchos años. De ahí que exista la inseguridad producto de actividades ilegales como el robo de combustible, la tala clandestina, entre otros delitos de alto impacto.
Si a eso agregamos que el nuevo gobierno, quien sea que gane, tendrá que someterse a un régimen cuasi militar de te alineas o te alineamos, no hay mucho para a donde hacerse con el desarrollo de la zona.
Seguramente la elección transcurrirá con normalidad, habrá un resultado final el mismo domingo 1 de diciembre y se habrán agotado por fin los millones de pesos que se destinaron para los comicios que resultaron ser los más caros para un municipio de toda la zona del Valle de Tulancingo.