El espantajo de la tómbola

Monterrey /

La reforma del Poder Judicial tiene muchas aristas, pero donde se centra la atención para denostar a quienes la impulsan y defienden, en lugar de debatir racionalmente los desacuerdos para generar consensos para impulsar reformas que la mejoren a corto plazo, es en el tema de la elección de jueces.

Quizás ignorando, o fingiendo ignorar, que el uso del azar en actos jurídicos tiene profundas raíces históricas, algunos aseguran, viendo comunistas hasta en la sopa, que la decisión de utilizar el azar para designar jueces se inspiró en el sistema judicial de Bolivia.

Y como el instrumento para hacer que ocurran eventos aleatorios es una tómbola, ahora resulta que, como las miradas de los censores no llegan hasta la antigua Grecia de la época de Pericles, en la que se usó el azar para designar personas a cargos públicos, lo único que evoca la palabra tómbola para ellos es imágenes de ferias, premios y diversión.

“Si se tratara de diversión o relajo no habría problema” –frase que se repite en múltiples “calumnias”, perdón, columnas–; pero no es el caso, se dice, “el Legislativo decidió usar el azar para seleccionar a jueces, magistrados y ministros, y eso genera inquietudes y miedos”.

Ahora tendremos “una justicia al azar”, burlonamente se dice, sin considerar el hecho de que, sin ir tan lejos, en México el azar es una de las forma legales para la realización de actos jurídicos en materia de contratos y juicios sucesorios (véase los artículos 974, 1293 y 2771 del Código Civil Federal).

Los sensores del régimen –no críticos, que tanta falta hacen porque la crítica es algo serio– omiten decir que el uso del azar por medio de una tómbola es solo una parte del proceso de elección de jueces, el cual enfrentarán quienes pasaron el filtro del Comité de Evaluación.

No dicen tal cosa porque su objetivo no es debatir el perfil del juez ideal para enfrentar la crisis de justicia que padecemos, sino generar incertidumbre y miedo con su narrativa de que la tómbola y el crimen organizado son una amenaza latente. Dicen que el Poder Judicial perderá su independencia. ¡Qué ironía! No se puede perder lo que nunca se ha tenido.


  • Efrén Vázquez Esquivel
  • efren23@hotmail.com
  • El autor es director científico de la Academia Mexicana de Metodología Jurídica y Enseñanza del Derecho, AC.
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.