Hoy en Estados Unidos la ciudadanía elegirá presidente o presidenta. Y en México las y los ministros votarán sobre la reforma al PJF.
Ambos sucesos, por distintos que sean, impactarán en la protección de nuestros derechos.
Políticos sin escrúpulos crean “enemigos” que les permiten echar culpas, avivar resentimientos, engañar y, a su vez, ganar adeptos mientras vulneran la pluralidad y los contrapesos.
Es una estrategia tan efectiva como deshonesta. No importa la región ni el tipo de gobierno, derecha o izquierda.
Trump promueve las figuras de los mexicanos y migrantes como amenazas permanentes. Generaliza, difama, azuza.
Ayer amagó con imponer, inmediatamente, 25 por ciento de aranceles a los productos mexicanos si Claudia Sheinbaum no detiene la arremetida de criminales y drogas que entran a Estados Unidos. Ah, pero, ¿qué tal cuando pactó con Andrés Manuel la liberación de Cienfuegos?
Millones de estadunidenses apoyan a Trump. Las encuestan señalan empate técnico.
Los populismos arrasan, mientras las democracias se erosionan.
Aquí entre nos
Y van por el INAI. Sheinbaum dijo que hay corrupción. Pero si de eso se tratara:
1. Investigarían y no destruirían.
2. Empezarían por las cloacas de sus dependencias.
Por ejemplo, de acuerdo con datos oficiales, de las auditorías de 2019 al 2022 donde hubo más irregularidades, por mucho, fue en la administración federal. Hasta en el mentado Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado.
El periodista Arturo Ángel realizó un análisis de quién es quién en los desvíos a partir de estas cifras públicas. Por ejemplo, indicó que tan solo con lo desviado en el Insabi (que nació y murió en la gestión obradorista y tiene observaciones por cerca de 9 mil 800 millones) se cubrirían 10 años de presupuesto del INAI.
Además, en el INAI (antes IFAI) en ocho años, de 2016 a la fecha, existe un faltante de un millón y medio de pesos, mientras que en el Instituto Nacional de Migración, más de 567 millones; en la Conade, más de 600 millones; en la CFE, más de 8 mil 600 millones; en Segalmex, casi 14 mil millones… en fin, el mandato de AMLO cerró con cientos de miles de millones de pesos (ver ASF) que no se han acreditado, que están desaparecidos. Nadie sabe, nadie supo.
Eso sí, ya quieren quedarse con el INAI que, entre otras, ha permitido a la prensa revelar esos desfalcos de sexenios panistas, priistas y morenistas.