Día mundial de la Bioética

  • Columna de Elizabeth de los Ríos Uriarte
  • Elizabeth de los Ríos Uriarte

Puebla /

Hoy conmemoramos el Día Mundial de la Bioética, que se celebra cada día 19 de este mes, desde que se elaboró la Declaración Universal de Bioética y Derechos Humanos por parte de la UNESCO en 2005.

Este día conviene recordar y reflexionar sobre la importancia de los principios bioéticos que, desde entonces, guían a nivel global la toma de decisiones éticas relacionadas con la salud, las ciencias de la vida y las biotecnologías.

La Declaración resalta el respeto a la dignidad humana, los derechos humanos y las libertades fundamentales como pilares esenciales en el desarrollo científico y tecnológico, permitiendo con ello regresar a la intuición original de la bioética, dada por Potter en 1971, de concebir a esta interdisciplina como un puente entre el avance científico y los valores humanos y éticos.

Hoy en día, el papel de la bioética es más relevante que nunca, dado el avance acelerado de las biotecnologías y el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) aplicada a la salud.

Estas innovaciones plantean nuevos desafíos y dilemas que deben ser enfrentados desde una perspectiva ética. La capacidad de manipular el genoma humano, la edición genética o el uso de IA para diagnósticos y tratamientos, son ejemplos de avances que generan tanto esperanza como preocupación.

Sin un marco ético claro y robusto, corremos el riesgo de deshumanizar la medicina, instrumentalizar a las personas o exacerbar desigualdades preexistentes. Aquí es donde la bioética actúa como una brújula, guiando el uso responsable y justo de estas tecnologías en beneficio de todos.

La bioética no solo se preocupa por la vida humana, sino también por el respeto y la protección del medio ambiente y de los animales, reconocidos como parte esencial de la Casa Común. En este sentido, se vuelve crucial generar una mayor conciencia bioética, especialmente en México, donde la cultura científica y tecnológica aunada a los valores humanos en la práctica médica todavía enfrentan retos importantes.

Informar y educar a la población sobre los principios bioéticos, como el respeto a la libertad responsable, la justicia y la subsidiariedad, la vida física, la dignidad humana, etcétera, es fundamental para que las personas puedan tomar decisiones verdaderamente libres, informadas y respetuosas de la vida en todas sus formas y manifestaciones.

Para lograrlo, es necesario fomentar una cultura bioética desde las bases sociales y “desde abajo”, donde la reflexión ética sea parte intrínseca de la vida cotidiana. La sociedad civil y, en concreto, los pacientes y sus familias, deben estar debidamente informados y ejercer sus derechos.

Esto no solo contribuirá a mejorar la toma de decisiones individuales, sino que también fortalecerá el tejido social, permitiendo una convivencia más armónica tanto entre las personas como con el entorno natural.

En un mundo donde las tecnologías avanzan a gran velocidad, la bioética se presenta como un puente entre el progreso y el respeto por la vida, asegurando que el desarrollo científico no atropelle los derechos y la dignidad de las personas, ni destruya nuestro planeta sino que, por el contrario, contribuya a su bien y protección.

El Día Mundial de la Bioética es para que aprovechemos la oportunidad de reflexionar y, sobre todo, actuar.

La bioética no es sólo para académicos o instituciones formativas, es de todos y para todos. Sólo así, desde la sociedad en su conjunto, podemos caminar hacia la construcción de un futuro más ético, responsable y sustentable para las generaciones venideras.


Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.