Trump

  • Punto de Inflexión
  • Enrique Martínez y Morales

Laguna /

Desde que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales una ola de nerviosismo e incertidumbre ha permeado en los mercados financieros.

Los analistas han manifestado sus posturas, encontradas algunas de ellas. 

Algunos miran en el horizonte nubarrones, relámpagos y centellas, mientras que otros lo ven soleado y sin probabilidades de tormenta.

La verdad es que ya conocemos a Trump como candidato y como presidente. 

Las amenazas comerciales y arancelarias condicionadas al tema migratorio que lanzó recientemente son las mismas de su primera campaña a la presidencia.

Claro, el entorno y las circunstancias son diferentes. 

Hoy en día tiene una mayor presión para cerrar el paso a las importaciones con alto contenido chino a través de nuestras fronteras y, como ya no se puede reelegir, existe el riesgo de que tome decisiones más doctrinarias y menos populares.

Siempre que se imponen aranceles e impuestos quien gana es el gobierno, vía recaudación, y quien pierde es el productor o exportador del bien o servicio, ya que sus ventas se reducen. 

Pero también hay otros perdedores: el comprador, que tendrá que pagar un mayor precio o dejar de consumir ese producto, y la economía en general, ya que enfrentará presiones inflacionarias.

El gobierno mexicano respondió ya con valentía: si Estados Unidos impone un arancel de manera unilateral, México hará lo propio. 

Y sí que es una amenaza creíble, ya lo hemos hecho en el pasado. 

En 2018, en épocas de Ildefonso Guajardo como secretario de Economía, Trump decretó un arancel contra el acero y aluminio mexicanos y México, de manera muy inteligente y estratégica, impuso aranceles a productos procedentes de regiones altamente afines al presidente y con poco impacto en el consumidor mexicano, tales como aceros planos, uvas, arándanos, manzanas, quesos y algunos cortes de cerdo.

Si logramos un acuerdo migratorio que satisfaga a Trump resolveremos el tema comercial. 

Si no, se lo tendría que pensar dos veces porque afectaría a sus consumidores y, ante la represalia mexicana, también a algunos productores. 

Además, su animadversión a China es superior a la de México, por lo que es probable que dirija hacia allá sus baterías. 

Por lo pronto sigamos en paz y trabajando, el panorama se comienza a despejar.


emym@enriquemartinez.org.mx

Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.