Lemus, expectativas y la complejidad del escenario político

Jalisco /

La incertidumbre recorre el mundo. El gobernador tendrá que navegar en aguas turbulentas, el contexto global, nacional y local supone grandes desafíos


La incertidumbre recorre el mundo. La victoria de Donald Trump ha puesto al mundo “patas arriba”. Recordamos al Trump de 2016, pero el actual viene aún más envalentonado. Trump controlará ambas cámaras en Estados Unidos y tiene al Partido Demócrata en la lona. Los tambores de guerra comercial suenan en Washington y en Pekín. Trump no conoce de aliados, sino de intereses. Lo primero que hizo fue amenazar a México y a Canadá con aranceles. Y dejar en claro que no piensa hacerse cargo de la seguridad de Europa. Trump tiene un efecto global y “da alas” a los movimientos extremistas que recorren el mundo entero.

A nivel nacional, el Gobierno de Claudia Sheinbaum no sabe bien a bien cómo lidiar con la amenaza Trump. En los últimos días, Sheinbaum ha apelado al nacionalismo y a la grandeza cultural para capitalizar en México las amenazas del magnate. Los pronósticos para la economía mexicana son negros, y no es por caer en el pesimismo. Es posible que México no crezca durante 2025. El presupuesto de Sheinbaum ya era conservador, pero el escenario obliga al gobierno mexicano a aprestarse el cinturón.

Todo esto tendrá efecto sobre Jalisco y el reciente arranque de la administración de Pablo Lemus. El gobernador sabe de economía y entiende que el mundo navega hacia escenarios de contracción. Trump impondrá aranceles y eso terminará repercutiendo sobre su misma economía. Y Jalisco, plenamente dependiente del sector exportador, tiene un desafío importante: cómo mantener las tasas de crecimiento económico y laboral en un contexto de tanta volatilidad e incertidumbre.

Para ello, Lemus necesita un discurso que tranquilice a los mercados y garantice la aplicabilidad del estado de derecho. Y es que, a las condiciones macroeconómicas globales, hay que añadir la locura de la reforma al Poder Judicial. México vivirá un par de años –al menos– de transición. No hay contexto más desfavorable para las inversiones que un país con un Poder Judicial atado al Gobierno en turno. Jalisco puede ser alternativa frente a un Gobierno Federal que hace reuniones simbólicas con los empresarios, pero que al final en sus hechos ha demostrado que no le interesa mover ni un ápice su hoja de ruta.

A nivel local, Lemus se enfrenta a una aritmética endiablada en el Congreso. Las fracciones parlamentarias clave son el Verde y Hagamos. El PRI y el PAN parecen dispuestos a unirse a la coalición de Gobierno. Aún así, para reformas constitucionales o algunos nombramientos, Lemus necesitará de Morena. El riesgo para Jalisco es que, luego de una elección muy polarizada entre Morena y MC, no existan canales de cooperación en las instituciones. Si vemos el discurso de Morena en espacios como el cabildo de Guadalajara, todo indica que harán una oposición destructiva contra el Gobierno. Lo he escrito en otras ocasiones: los morenistas sienten cerca el poder y creen que 2027 es el año en donde una ola guinda puede barrer a los naranjas de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Lemus formó un gabinete que mezcla técnicos con experiencia en el sector público y privado con políticos que deberán trazar puentes con la oposición para tener mínimos de gobernanza. Salvador Zamora, secretario general, y Alberto Esquer, jefe de gabinete, tendrán un papel clave para cohesionar al Gobierno y enfrentar un escenario político convulso. Más que el enfrentamiento, Lemus ha optado por una narrativa conciliatoria con la administración federal. Sin embargo, tampoco Sheinbaum tiene poco margen presupuestal, si no se atreve a hacer una reforma fiscal de fondo.

Seguridad y desapariciones son agendas que aparecen en el escritorio de Pablo Lemus. No son desafíos sencillos. No sólo se necesita inteligencia e inversión pública, sino también empatía, diálogo y comunicación. Luego de un Enrique Alfaro que siempre ha dividido por su carácter y su forma de decir las cosas, el tono de Lemus puede suponer desinflamar el debate público en Jalisco. Fundamental por ser el primer gobernador que viene de la empresa, Lemus debe dejar en claro que gobierna para todos los jaliscienses y no sólo para una pequeña élite. Que Movimiento Ciudadano puede volver a significar en Jalisco un proyecto que apela a todos: distintas clases sociales; conservadores y liberales; estudiados y con pocos estudios; hombres y mujeres. El segundo Gobierno de MC en Jalisco comienza con altas expectativas, pero sobre todo con muchos desafíos en el horizonte.

  • Enrique Toussaint
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