Hablar de los altos niveles de aprobación del Presidente ya es lugar común. Prácticamente, todas las mediciones hechas en vivienda cara a cara lo ponen arriba de los 65 puntos y algunas llegan hasta 80. En el caso de Parametría, sus niveles de aprobación han variado poco y han ido de 70 a 75 puntos durante la mayor parte de su administración.
Son datos sorprendentes para cualquier liderazgo en el mundo. En nuestro país solo un presidente obtuvo números similares al final o en algún momento de su administración: Carlos Salinas de Gortari. Llegó a tener esta aprobación durante su reforma educativa a la mitad de su administración y al final de la misma.
El porcentaje de aprobación ha dado lugar a debates por distintas razones, pero sobre todo porque muchos analistas no especialistas en el tema suelen incluir mediciones no comparables, no probabilísticas, como las realizadas por teléfono o por internet, o con métodos mixtos que no transparentan su metodología.
Sin embargo, lo que se ha analizado poco es el nivel de eficacia de los números del presidente en términos electorales o para el ejercicio de su liderazgo. En este último aspecto, basta observar cómo con estos porcentajes de aprobación y niveles de reputación personal, cualquier ente, institución o personalidad que fuera cuestionada por él pasaba a tener malos indicadores. Así lo ha mostrado la evolución de los niveles de opinión de periodistas, partidos políticos, instituciones públicas o privadas y opositores en general.
En términos de capital político, no hay antecedente reciente de algún presidente que haya convertido su aprobación en voto electoral como lo hizo AMLO el pasado 2 de junio. Tener un alto nivel de aprobación entre los ciudadanos no implica necesariamente que se vea reflejado entre los votantes, o que estos vayan a votar por su partido. El pasado 2 de junio, cuatro de cada cinco electores que aprobaron al presidente terminaron votando por Morena, un nivel de eficacia electoral sin precedentes.
En lo que se refiere a la evaluación de las áreas del gobierno, es claro que los electores tuvieron un comportamiento similar al de los ciudadanos en general. Valoraron logros económicos como el combate a la pobreza y la generación de empleos y en los últimos sitios, el combate a la delincuencia y el combate al narcotráfico.
Estos porcentajes sugieren que los programas sociales no solo son bien valorados entre el público en general, sino que fueron aún mejor valorados entre los electores del 2 de junio pasado.
En conclusión, lo que estos números indican es que más allá de los análisis fácticos de logros y fracasos en términos de política pública y gobierno en general, en términos de percepción, ningún otro presidente había logrado finalizar su administración con estos niveles de aprobación, opinión y eficacia electoral.
Notas metodológicas:
Exit poll
Población objetivo: Personas mayores de 18 años con credencial para votar vigente que votaron en la elección del 2 de junio. Representatividad: Nacional. N° de encuestas: 802 entrevistas cara a cara a la salida de casilla realizadas el 2 de junio del 2024. Método de muestreo: aleatorio sistemático con probabilidad de selección proporcional al tamaño. Marco muestral: secciones electorales reportadas por el INE. Nivel de confianza estadística: 95%. Margen de error (+/-) 3.5 %. Diseño de cuestionario, muestra, operativo de campo y análisis: Parametria S.A. de C.V.
Serie histórica
Población objetivo: Personas de 18 años en adelante con credencial para votar vigente. Representatividad: Nacional. N° de encuestas: 800 entrevistas cara a cara en vivienda realizadas del 31 de agosto al 4 de septiembre del 2024. Método de muestreo: aleatorio sistemático con probabilidad de selección proporcional al tamaño. Marco muestral: secciones electorales reportadas por el INE. Nivel de confianza estadística: 95%. Margen de error (+/-) 3.5 %. Diseño de cuestionario, muestra, operativo de campo y análisis: Parametria S.A. de C.V.