El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con dos tipos de políticas que podrían tener implicaciones importantes para México: la deportación masiva de migrantes y la imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas. Para poder tener una mejor conversación pública sobre estos temas es importante tener al menos una idea de lo que esto implicaría para las economías de ambos países.
Afortunadamente, los economistas McKibbin, Hogan y Nolan del Peterson Institute for International Economics se tomaron en serio estas propuestas y realizaron un ejercicio numérico que estima los posibles efectos de estas y otras políticas (https://www.piie.com/sites/default/files/2024-09/wp24-20.pdf). El ejercicio utiliza un modelo que ellos mismos habían desarrollado y publicado previamente. A continuación describo brevemente algunos de sus resultados más relevantes.
Los autores analizan dos ejercicios de deportación masiva: uno en el que se deporta a 1.3 millones de trabajadores y otro con 8.3 millones. En ambos casos el principal país afectado sería Estados Unidos. En el primer caso, el PIB de Estados Unidos perdería un punto porcentual por año. En el segundo caso, el PIB estadunidense se contraería hasta siete por ciento por año. El impacto más fuerte se observaría en la producción manufacturera de bienes durables, en la minería y en la agricultura. Quizá sorprendentemente para muchos, el efecto estimado de estas deportaciones para el PIB de México sería prácticamente nulo.
Los autores también analizan qué pasaría en el caso en el que Trump impusiera aranceles de 10 por ciento a todas las importaciones estadunidenses. Este escenario, si bien no corresponde exactamente al de la amenaza de imponer aranceles de 25 por cdiento a las importaciones provenientes de México y Canadá, es informativo de los efectos que podríamos esperar de una política proteccionista y de una guerra comercial.
Los autores modelan dos escenarios: sin y con represalias, es decir, uno en el que los otros países no responden y otro en el que lo hacen con un arancel similar. En ambos casos todos los países pierden. El PIB de Estados Unidos, México y Canadá se vería afectado en el corto, mediano y largo plazo. El PIB de México caería entre 0.6 por ciento y 1.2 por ciento, mientras que el de Estados Unidos disminuiría entre -0.4 por ciento y -0.9 por ciento de aquí a 2027.
Como era de esperarse, las caídas en todos los casos son peores si hubiera represalias. En el largo plazo, el país más afectado sería México, seguido de Canadá. Sin embargo, hay un factor interesante a considerar: según las estimaciones puntuales, de aquí a 2027 el país más afectado sería Estados Unidos. Solo a partir de 2028 las caídas en el PIB serían más grandes en México que en Estados Unidos. A la caída en la producción y el empleo habría que sumarle el impacto negativo del aumento en la inflación, lo que ocurriría en todos los países.
Efectos económicos negativos de esta magnitud y naturaleza afectarían el bienestar del electorado estadunidense y podrían influir significativamente en los comicios de medio término en 2026 y en las elecciones presidenciales de 2028.
¿Se animará Trump a autoinflingirse daño de esta manera o actuará racionalmente?