En el periodismo el Don también se gana

Tamaulipas /

Tuve un jefe de esos que cualquier periodista o reportero hubiera querido tener; la juventud, la mía, ávida de querer aprender de todo, lo supo aprovechar. A ese señor hoy lo quiero reconocer en vida, nunca es tarde.

Hablo de Don Ernesto H. Salgado, un viejón agudo y áspero, pero a la vez noble y dador de enseñanzas, cuando menos así yo lo percibía; derrochaba lo que en los oficios solemos decir, mucho colmillo, de esos que no se calientan al primer hervor.

Mi padre, Don Alberto Gutiérrez, y más tarde mi jefe y mentor y amigo, Don Francisco Azcárraga, me enseñaron que debemos ser agradecidos, y hoy quiero estamparlo en esta columna.

Don Ernesto: quiero que sepa que, sin su enseñanza y sus correcciones y algunas veces regaños, que en ocasiones vi equivocadamente como injusticias, fueron y son aún, el mejor regalo que me pudo dar para el bien de mi profesión.

Hubo más personajes que marcaron mi existencia, como Don Carlos Enrique Núñez o mis maestros Ana Luisa García, Jorge Nieto, César Castillo, Víctor Contreras, Óscar Contreras, Juan José Ávalos, Paco García, a Don Armando Juárez y a Don Lupe Díaz, entre otros, algunos ya fallecidos, más los que se me escapan.

Volviendo al inicio, veo a gente muy capaz con la pluma crítica y certera, principalmente a jóvenes que nos enseñan que la redacción, estilo y percepción de la noticia ya son diferentes.

Pero también veo con algo de pesar, que los hay también quienes por medio del golpeteo permanente quieren sobresalir para ser tomados en cuenta.

Don Ernesto H. Salgado me decía: “Actúa frío, no escribas frustrado; aprende a enfriarte y con el pensamiento tranquilo ya verás que las ideas llevarán a la objetividad que dará mejores resultados. Al fin y al cabo, nuestro público sabrá que en este oficio del periodismo engañas algunas veces, pero no para siempre”.

Ser crítico político-social es satisfactorio, pero por ningún motivo buscando mediante el miedo un respeto ficticio que en la vida real se llama temor.

De la objetividad se deriva la credibilidad de un medio o el tiempo al aire de un colaborador, ejemplos saltan, aunque la censura gubernamental esté de moda.

En resumen: “El ‘Don’ se gana en cualquier tarea, incluida esta”.


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