Una de las instituciones que está trabajando a favor de los migrantes y que impulsa iniciativas y propuestas para que se respeten sus derechos es la Universidad Iberoamericana Puebla.
De forma abierta y pública, la institución poblana que forma parte del Sistema Universitario Jesuita y que es encabezada por el rector Mario Ernesto Patrón, se pronuncia, como pocas, contra la militarización, la contención y la externalización de fronteras y las políticas que priorizan la seguridad y no el abordaje de las causas raíz de las migraciones.
Como parte de la lucha por el respeto a los derechos de los migrantes, Guillermo Yrizar Barbosa y Conrado Zepeda Miramontes, académicos del Departamento de Ciencias Sociales de la Ibero Puebla, se sumaron a la Asamblea Anual de la Red Jesuita con Migrantes de Centroamérica y Norteamérica (RJM CANA), que se llevó a cabo en las ciudades de Chihuahua y Ciudad Juárez en México, y El Paso, Texas, en Estados Unidos.
La participación de los dos expertos de la universidad poblana es un acto de congruencia con la incidencia social y con los grupos más necesitados, los llamados “sin papeles”, quienes son víctimas constantes de violaciones a sus derechos humanos.
Para los expertos de la Ibero Puebla, las limitaciones del derecho a solicitar asilo y la vulneración del principio de no devolución, son algunos aspectos que vulneran la vida de las personas en situación de movilidad.
Durante la Asamblea Anual de la Red Jesuita con Migrantes de Centroamérica y Norteamérica se establecieron acuerdos fundamentales como solicitar a los Estados que implementen acciones concretas ante la crisis con perspectiva de derechos humanos, y que tengan impactos reales y certeros para garantizar el derecho a la movilidad y a la vida.
Para los investigadores y sacerdotes jesuitas, es necesario aplicar la definición de la Declaración de Cartagena, es decir, que se implementen medidas para garantizar la protección y la integración de las personas que requieren asilo y refugio. Al final, a partir de los cambios políticos que se están produciendo, el respeto a los derechos humanos, como la vida, es urgente y fundamental en los tiempos actuales.