La historia de la migración desde Puebla y, en general, desde todos los estados del país, hacia ciudades de Estados Unidos, está ligada a la imagen de la Virgen de Guadalupe, símbolo de esperanza y de la posibilidad de mejorar las condiciones de vida.
En el marco del 12 de diciembre, la carrera de la Antorcha Guadalupana que suma más de 20 años recorriendo el país y buscando la unión entre los migrantes que viven en país vecino del norte y sus familiares que se quedaron en zonas expulsoras, llegó a Nueva York.
El contingente encabezado por la imagen de la Virgen de Guadalupe, San Juan Diego y una antorcha encendida cruzó el puente Washington para pasar de Nueva Jersey a Nueva York, donde fue recibida en la Catedral de San Patricio.
El día de la “Morenita del Tepeyac” se tradujo en una fiesta entre la comunidad migrante. En la Plaza de las Naciones Unidas, en Nueva York, Estados Unidos las familias ofrecieron tamales y atole como parte de la celebración por el 493 aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego, en el cerro del Tepeyac, en la actual Ciudad de México.
La comunidad migrante se emocionó cuando la llama de la Carrera de la Antorcha Guadalupana se distribuyó entre otras antorchas y cirios a diferentes templos y capillas dedicados a la Virgen de Guadalupe en la llamada Tri-state área o el área tri-estatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut. La celebración guadalupana es un día de tradición mexicana y, al mismo tiempo, el símbolo de que un mejor mundo es posible.
Ante los tiempos complicados para los migrantes, el cierre de este año 2024 y las amenazas de Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos que entrará en funciones el próximo 20 de enero, la Virgen de Guadalupe se traduce en una esperanza y, al mismo tiempo, en la posibilidad de mantener la unidad familiar a pesar de la distancia.
En tiempos de crisis, la imagen de la “Morenita del Tepeyac” y se traduce en un llamado para los migrantes, quienes seguirán trabajando y enviando remesas con el objetivo de que mejore la situación de sus familias, tanto en ciudades norteamericanas como en las comunidades expulsoras de Puebla y del país.