Al igual que miles de torreonenses padezco la escasez de agua en mi domicilio en la colonia Moderna desde hace varias semanas. El problema comenzó a manifestarse junto con la temporada de calor.
La presión que ofrece Simas Torreón no ha alcanzado desde entonces para llenar los tinacos, pero a partir de finales de abril ni una gota ha caído.
Si no fuera porque mi arrendador invirtió en una solución provisional llevaría ya un mes sin agua. Habitantes de la colonia Ampliación Los Ángeles y del Centro de Torreón enfrentan la misma situación.
En este último sector la falta de líquido ha afectado además a los locatarios, orillando a algunos a cerrar intermitentemente. La problemática se repite en toda la ciudad. Eso sí, los recibos por un servicio inexistente llegan puntuales.
Sería buena idea que Simas nos condonara lo que hemos gastado para sobrellevar el problema: agua purificada para bañarnos, lavar los trastes y bajarle al excusado, traslados a casa de familiares o amigos para lavar ropa; la suma alcanzaría para que nos exenten del pago durante varios meses.
Y eso sin contar el tiempo que nos restan al obligarnos a modificar nuestras rutinas. La explicación del entonces alcalde Sergio Lara Galván y de funcionarios del Simas es que la baja presión es generalizada debido al abatimiento del pozo de la Alameda, que abastecía al sector, pero que en unas semanas se pondrá en marcha uno nuevo para mejorar el abasto.
La perforación a la que se refieren es la que iniciaron apenas el 22 de marzo en la colonia Victoria con una inversión de 9.5 millones de pesos del programa Vamos a Michas.
Los pozos no se abaten de un día para otro y nuestras autoridades sabían que se avecinaba este problema cuando menos desde junio de 2019. ¿Por qué entonces los trabajos iniciaron hasta este 2021? ¿Ineptitud? ¿Indolencia? ¿Corrupción? En aquel 2019 Municipio y Estado anunciaron la inversión de 40 millones para cuatro nuevos pozos en los sectores de Provitec, Monte Real, Alameda y Ampliación Los Ángeles, ya que los que proveían ahí el líquido estaban a punto de agotarse.
En el caso de la perforación que se ubicaría en la Alameda, el Simas no hizo más que quedar en ridículo, pues en agosto de 2020 el gerente general Juan José Gómez informó que sí se realizó, pero resultó fallida. Fue entonces que se decidió abrir mejor en la Victoria.
No sé a ustedes, pero a mí se me dificulta creer que el organismo operador del agua no tenga manera de diagnosticar si hay o no agua antes de agujerar. Imposible deshacerse de las suspicacias.
Además, hace poco el gerente técnico del Simas, Raymundo Rodríguez, declaró que en el desabasto también influye el mal estado de las tuberías cuya antigüedad alcanza los 60 años en algunos puntos de Torreón, y se requieren por lo menos 460 millones de pesos para resolver parte de la problemática.
Es decir, no importa cuál partido gobierne, a ninguno le ha interesado solucionar los problemas de fondo que ocasionan la escasez de agua. Ni a los partidos ni a los políticos les importa el bienestar de la ciudadanía. Votar por alguno creyendo que cumplirán la eterna promesa de agua es una ingenuidad. Votar, en general, lo es. ¿A poco no?