La Presidenta son los
que trabajan con ella.
Florestán
El sábado por la noche les informé en mis redes el fallecimiento de la maestra Ifigenia Martínez, apenas cuatro días después de haber presidido la sesión de Congreso en la que tomó protesta a Claudia Sheinbaum como la primera mujer presidenta de México y le entregó la banda presidencial, lo que era un sueño para ella y le dio la fuerza para salir del hospital en el que llevaba días internada.
Y así se lo conté, esa misma noche del martes, en este texto que hoy recupero:
Claudia Sheinbaum siempre quiso que la maestra Ifigenia Martínez le pusiera la banda presidencial.
Tras ganar las elecciones el 2 de junio lo acordaron y el 1 de octubre lo consumaron.
La maestra Ifigenia siempre fue una mujer de la izquierda inteligente, impecable, y nunca se apartó de esa línea.
Ahora, diputada federal por Morena, fue electa presidenta de la Mesa Directiva de San Lázaro y quedó todo planchado para que entregara la banda este martes.
La salud en estos días no fue su mejor aliada, pero se sobrepuso, ella también quería pasar la banda a la primera presidenta de México y esa fuerza la sostuvo a sus 99 años.
Por un momento, dos días antes, se pensó que no lo lograría, pero este martes llegó puntual al pleno, subió a la tribuna, se instaló en el presídium e inició la sesión de Congreso General.
Luego abrió la sesión solemne, la condujo y con apoyo de oxígeno la sacó adelante. Recibió la banda del ya ex presidente y la entregó a Sheinbaum, que se la terció.
Pero la maestra Ifigenia ya no pudo leer su mensaje, del que aquí recupero la parte final, pero central:
Desde esta soberanía le decimos (a Claudia Sheinbaum) que no está sola, que nuestras diferencias no nos dividan, sino que sean fuentes de propuestas y de soluciones compartidas a los distintos retos que hoy enfrentamos. Hoy, más que nunca, necesitamos tender puentes entre todas las fuerzas políticas, dialogar sobre nuestras divergencias y construir juntas y juntos un país más justo y solidario. Es tiempo de altura de miras; es tiempo de construir nuevos horizontes y realidades.
Eso, tender puentes y diálogo con todos, faltó en el mensaje principal. No lo leyó la maestra Ifigenia, pero ahí quedó el texto para el ejercicio del nuevo gobierno y de la nueva presidenta.
Que así lo entienda la Presidenta y la 4T.
RETALES
1. MISERIA. Aún estaban los funerales de la maestra Ifigenia y en el morenismo ya estaba la disputa por hacerse de la presidencia de la Cámara de Diputados, que quedó para Sergio Gutiérrez Luna. Se acabó el feminismo en el Congreso;
2. CNDH. En el Senado hay reticencia a confirmar un segundo periodo a Rosario Piedra en la CNDH, como quiere AMLO; y
3. TERCIOPELO. No podría entenderse la transmisión de terciopelo de poderes, el martes, sin la mano de Adán Augusto López Hernández.
Nos vemos mañana, pero en privado