Del YOLO al FOMO

Ciudad de México /
Las pantallas se han multiplicado por millones. Shutterstock

En un ensayo que publicó en la revista Squire en 1980 (Dark Days),  el escritor James Baldwin apunta que durante su infancia la pobreza era distinta, porque no había televisión que los orillara a hacer “comparaciones insoportables” entre el cuarto en el que estaban sentados y las habitaciones que aparecían en la pantalla. 

Lo mismo pasaba con el lujoso automóvil que salía en la tele, con la vestimenta del comentarista, con el whisky que bebía el actor, que ellos no podían permitirse y así hasta la ignominia. 

Antes de la televisión las familias como la de James Baldwin no tenían elementos para hacer esas comparaciones, y con la televisión, que encima estaba en el centro de la casa, el agravio se volvió habitual.

Hoy la televisión ha perdido su hegemonía, pero las pantallas se han multiplicado por millones y, con ellas, las “comparaciones insoportables” que hace cada quien frente a lo que no tiene y no está viviendo, en ese aparato ubicuo que nos cabe en el bolsillo. 

A Baldwin le bastaba con salir del cuarto de la televisión para suspender el agravio, pero el ciudadano del siglo XXI vive, y hasta duerme, pegado a la pantalla que lo agravia. 

De esta situación nace un vector que agita el mundo de hoy, el que va del FOMO (acrónimo de Fear of Missing Out, el miedo a perderse algo) al YOLO (acrónimo de You Only Live Once, sólo se vive una vez). 

Las redes sociales nos bombardean permanentemente con viajes, aventuras, actividades, excentricidades que deberíamos hacer porque sólo se vive una vez y la vida hay que vivirla a tope, ese es precisamente el mensaje y, al presentar esta batería de posibilidades dejan al sujeto (¿o al objeto?) desasosegado por las cosas que no va a poder hacer, por los sitios que no podrá visitar, por las experiencias que no podrá tener. 

Sólo se vive una vez, efectivamente, por eso hay que disfrutar lo que se tiene y no sufrir por lo que no se tiene; hay que vivir con plenitud la propia vida, no la vida que los otros nos dictan todo el tiempo desde la pantalla.


  • Jordi Soler
  • Es escritor y poeta mexicano (16 de diciembre de 1963), fue productor y locutor de radio a finales del siglo XX; Vive en la ciudad de Barcelona desde 2003. Es autor de libros como Los rojos de ultramar, Usos rudimentarios de la selva y Los hijos del volcán. Publica los lunes su columna Melancolía de la Resistencia.
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