Reinterpretación de la letra X

Ciudad de México /

Para Alejandro Aura en su XV aniversario luctuoso

Por noticia del eminentísimo Emeterio Valverde y Téllez sabemos que José Porras S. J. tuvo bajo su resguardo el compendio denominado Summulas, que, escritas por propia mano de la poetisa Sor Juana Inés de la Cruz, daban cuenta de la lógica de los estudios humanos que pronto abandonó la monja jerónima. En casa, por supuesto, mis fraternos y yo especulamos lo anterior ya que nos liga cierto Tocotín de Sor Juana que dio pie, en el Virreinato, a coplas populares dedicadas a las salsas.

“El Caracol: o Arte para aprender con facilidad la Música”, opúsculo y las Summulas se han perdido; quizá alguna vez aparezcan en España, pues siempre los archivos de unos y otros dan sorpresas de vez en cuando. Como aquella singular de las Cartas marruecas de José Cadalso (1741-1782) donde consigna su “Juicio sobre el Quijote”. Allí afirma: “(…) no deja de mortificarme la sospecha de que el sentido literal es uno, y el verdadero es otro muy diferente…

Lo que se lee es una serie de extravagancias de un loco que cree que hay gigantes, encantadores, etc., algunas sentencias de boca de un necio, y muchas escenas de la vida bien criticadas; pero lo que hay debajo de esta apariencia es, en mi concepto, un conjunto de materias profundas e importantes.

Creo que el carácter de algunos escritores europeos (hablo de los clásicos de cada nación) es el siguiente: los españoles escriben la mitad de lo que imaginan; los franceses más de lo que piensan por la calidad de su estilo; los alemanes lo dicen todo, pero de manera que la mitad no se les entiende; los ingleses escriben para sí solos”.

En el caso de los mexicanos abogamos por la melancolía y cierto sentimiento casi místico donde la leyenda de los antiguos permea hasta nuestros días. Por ejemplo, la reinterpretación atroz que tenemos por estos días por la letra X. Es decir, desechamos en buena medida, desde la Historia, la libertad de pensar, hablar y escribir. Que, dicho sea de paso, “el entendimiento humano es una potencia tan necesaria como la vista, no tiene realmente facultad para determinarse por esta o por la otra doctrina, para dejar de deducir consecuencias legítimas o erradas, ni para adoptar principios ciertos o falsos”. (José María Luis Mora, Obras sueltas).

Lo anterior me lleva a pensar en el poema singular El burro flautista de Tomás de Iriarte donde un joven abandona en el campo una flauta. La descubre un burro: la huele y luego da un resoplido por casualidad. Entonces suena y con esto sabe tocar, dice. Por ello vendrá la música asnal.


  • Juan Carlos Porras
  • Editor fundador de Grupo Ochocientos y actual director del Centro de Investigación y Estudios Literarios de León (CIEL-LEÓN).
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.