La transmisión de los primeros programas de la TeVe mexicana se debieron a convenios que los empresarios firmaron para que los televidentes, en muchas partes del país, tuvieran en sus hogares -doblados al castellano- series norteamericanas que se habían, prácticamente, desechado allá. No era entonces la TeVe mexicana hasta que llegó -afirma un periodista regiomontano- la actriz poblana Mary Cruz Oliver con sus papeles de villana en la telenovela “Teresa”. Quizá exageración pero lo tomo como apunte.
Entre los últimos años de la década de los sesenta e inicio de los setenta, fuimos fieles espectadores de aquel “Alfred Hitchcock presenta”: unas líneas formaban la silueta del personaje y luego aparecía la leyenda que he anotado arriba: perduró, y mucho.
Ahora que reviso el prólogo de “Los mejores relatos del crimen y suspenso” contenidos en esta edición de “Perla” puedo ahondar en el tema: al inicio se trató de una edición llamada “Alfred Hitchcock’s Mystery Magazine”, una revista que influyó en el mundo del género.
Han pasado muchos años y muchas historias, más de cincuenta que han dejado miles de planas impresas. “AHMM” publicó los primeros relatos de autores que hoy son considerados grandes maestros del suspenso. No veo por ningún lado aquí quién realizó esta recopilación aunque el breve prólogo está firmado por Linda Landrigan en el 2006. El traductor, Ricardo Vinós, lo explica:
La revista mensual “AHMM” fue fundada por Richard E. Decker en 1965 -previa licencia para su publicación- pero en 1975 fue comprada por Davis Publications y en 1992 la adquirió Dell Magazines.
Muy a pesar de que Ricardo Vinós firma el segundo prólogo en 2020, no entiendo por qué algunos de los textos que incluye manejan recursos que en la época en la que se escribieron eran -simplemente- impensables.
Sólo un ejemplo que tiene que ver con el cuento que abre la antología llamado “Vudú”. Dícese en el recuadro que su autora, la contemporánea inglesa Rhys Bowen, publicó este texto en AHMM. No precisa el año, pudo haber sido antes de 2005. La antología es excelente aunque sigo pensando que su traductor exageró en recursos electrónicos para ponerla al día. Eso no pasó, ¿cómo así?
A lo largo de “Alfred Hitchcock presenta” aparecen otras ficciones de misterio e intriga vitales para los estudiosos del tema: “Sacerdotes” de George C. Chesbro / “Ritual funerario” de Doug Allyn o “Justicia para Mama Cass” del inolvidable William Bankier. Una estupenda antología.
Juan Gerardo Sampedro@Coleoptero55