El cártel Jalisco Nueva Generación soltó ayer toda su violencia en el estado como respuesta a la implementación del Operativo Jalisco, donde intervienen el Ejército, la Marina Armada, la Fuerza Aérea y la policía federal. El objetivo de la operación es proteger a la ciudadanía debido a que el gobierno estatal está rebasado.
Cuando comienzan estos operativos, no se escuchan las voces de siempre, que piden la no intervención de las fuerzas armadas en esas tareas. Tampoco se escucha ninguna otra opción para poder garantizar la paz y la integridad de la sociedad.
Cuando intervienen soldados y marinos en operativos estatales, entonces las voces de siempre no los califican de asesinos o represores o, peor aún, como en el caso de Iguala, de “omisos”. No se atreven a calificarlos de ninguna manera, debido a que los críticos no proponen soluciones, así como tampoco analizan todos los aspectos legales, militares, personales, emocionales y humanos que intervienen cuando los soldados realizan un operativo, y sin estos elementos, dan por hecho que las cosas fueron de una manera, como por ejemplo, en el caso Tlatlaya.
A mediados de semana, vi el programa de televisión de Leo Zuckermann en Foro tv. Llama mucho la atención que un hombre tan culto como él insista en que esa madrugada fueron ejecutadas 22 personas. No sé si Zuckermann lo sepa, pero hasta hoy no ha podido demostrar ninguna autoridad cuántas personas mueren durante el enfrentamiento y cuántas no. Solamente tres cuerpos han sido reclamados de los 22 delincuentes que murieron. A pesar de que hay ocho militares detenidos, no se les ha podido fincar responsabilidad por lo sucedido.
¿Qué espacio le darán los medios y los “opinadores” a la muerte de tres militares que ayer fueron derribados en un helicóptero de la Fuerza Aérea sobre la ruta Casimiro Castillo-Villa Purificación, en Jalisco?
¿Se condolerán con la familia y con la institución armada, generando un objetivo análisis del riesgo que enfrentan los militares por defender a la gente?
¿Seguirán creyendo que los militares son un poder oscuro?
¿Qué les dirán los detractores a los hijos y esposas de los militares caídos?
¿Qué dirán los “opinadores”?
Toque de silencio
A las familias de los tres militares que fallecieron cumpliendo con su deber, les expreso mi respeto y mi solidaridad.
Ojalá que los detractores del Ejército les den el mismo interés que les dieron a los 22 delincuentes de Tlatlaya.
A los soldados que murieron en Villa Purificación, ¿los harán mártires, como a los de Tlatlaya?
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@elibarrol