Mucho he hablado de cómo Donald Trump puede tener en su nuevo periodo un desempeño hasta cierto punto conocido, esperado y similar al anterior, o bien, cómo puede ser más débil o más fuerte. No lo sabemos, pero al final es una incertidumbre política que seguro aportará ruido a los mercados financieros y globales.
Las promesas de Trump en diferentes áreas pueden incluso interferir en la geopolítica. También, para bien o mal, los conflictos entre Rusia y Ucrania, así como en Medio Oriente, pueden mejorar o empeorar.
Su proteccionismo y discurso populista también puede impactar en las economías de sus mayores aliados comerciales. De hecho, en un momento dado, si México negocia bien, puede incluso beneficiarse aún más. La moneda de cambio será cuánto apoyemos a los estadunidenses en seguir bloqueando y complicando a China.
Pero también en Europa —ahora en Francia— la incertidumbre política mete ruido y cuestiona de nuevo a la Unión Europea. Y es que Marine Le Pen resurge y complica al gobierno de Emmanuel Macron con su ideología de ultraderecha que, entre otras cosas, insiste con dejar la comunidad. Esto también complica al bloque económico y debilita al euro. Por cierto, esta semana será la última reunión de política monetaria, y se espera que el Banco Central Europeo (BCE) disminuya la tasa de referencia a 3.75 por ciento.
En México, la habilidad política para negociar con Estados Unidos es lo que más preocupa en el corto plazo. Se acaba de publicar la última cifra de inflación, que viene en línea con lo esperado. Es inminente un nuevo recorte en la tasa de interés de Banxico en diciembre de 0.25 por ciento.
Esta semana se publica la inflación de Estados Unidos, donde también se espera un dato que permita bajar la tasa una vez más en 0.25 por ciento.
Los mercados financieros siguen alegres. A largo plazo lo mejor es seguir y no salirse. Hacia el más corto o mediano plazo hay que ser táctico: salirse y tomar utilidades es una medida prudente después de años extraordinarios.
El tipo de cambio se encuentra debajo de 20.20 pesos por dólar. Con la llegada del nuevo presidente de Estados Unidos este nivel también puede ser una buena idea para quienes hoy tengan esa moneda en sus portafolios.