La disputa entre Adán Augusto López y Ricardo Monreal no comenzó esta semana, en realidad ellos se han enfrentado desde la campaña presidencial, derivado de la arrogancia con que se comportaba Monreal, que hizo pensar en algunos casos que sería separado de la campaña presidencial y que no recibiría ningún puesto ni partidista ni en el gabinete de Claudia Sheinbaum.
Pero recibió un cargo en el Poder Legislativo y, a pesar estar en cámaras diferentes, Adán Augusto en la de senadores y Ricardo Monreal en la de diputados, encontraron el mecanismo para enfrentarse. Adán Augusto se queja de que Ricardo Monreal redujo el presupuesto de la Cámara de Senadores en 124 millones de pesos, una cantidad pequeña, algo así como 2% del presupuesto, pero lo cierto es que esto parecía más bien una muestra de jerarquía política.
Monreal es un político inteligente y se ha mantenido en la jugada a pesar de todo, cuando algunos ya lo ubican en la embajada mexicana en España.
El senador Adán Augusto revisó dos contratos que se encontraban firmados por la anterior Cámara de Senadores a la que perteneció Ricardo Monreal, uno con la empresa Full Services de México, por 60,5 millones de pesos y otro con otra empresa por un monto de 90.4 millones.
Se da a entender que eran contratos fraudulentos, pero Monreal califica las afirmaciones de López Hernández como infundios y falsedades
En realidad este asunto pone de manifiesto un conflicto que ha venido latente entre los dos ex candidatos presidenciales de Morena, y todo esto trasciende más allá de un simple diferendo político. La verdad es que Ricardo Monreal ha estado cruzando la línea, convirtiéndose en un aliado incómodo
Algunos incluso señalan que como Adán Augusto es muy amigo de López Obrador, todo esto es parte de una tarea encomendada para torpedear al zacatecano, quien sin embargo parece que en algún momento dejaba a Morena y se iba con otro partido, igual que Marcelo Ebrard. Lo que prudentemente se pretende es evitar una fractura en Morena, asunto que en política se confunde con debilidad. Pero Monreal, un maestro en el cálculo político, ya está pensando en el 2030 y está viendo venir a Omar García Harfuch y otros, así parece que se prepara para un nuevo partido que necesite un líder fuerte y ese podría ser él.