Genaro García Luna pide clemencia mediante cartas, en la primera pretendió exhibir al presidente de México y fue tomada como punto de apoyo de la oposición para atacar a López Obrador y ahora una segunda carta en la que solicita al juez de su causa que le permita leerla, durante la sesión para el dictado de su sentencia y el juez accedió
En esta carta, que ha trascendido anticipadamente, García Luna describe la versión idílica de su historia familiar y comienza diciendo que pertenecía a una familia de clase media y que fue testigo del esfuerzo de sus padres para proveerles techo, comida y educación y que él y sus hermanos fueron formados con valores de respeto, honor y amor por la vida y que se formaron en universidades públicas con el apoyo y sentido ético que les transmitieron sus padres.
Que él y su esposa trabajaron incansablemente para mantener a su familia y ofrecerles en el marco de sus posibilidades las mejores condiciones para ser felices.
Que él es resultado de la generación del esfuerzo y que en sus trabajos luchó contra el crimen y la violencia que existen en el país; que su hija recientemente se graduó de una maestría en la universidad John Hopkins y su hijo en la Universidad de Perú, ambos con becas y préstamos financieros. Igual su esposa, quien ha mantenido su estilo de vida trabajando, estudiando y ayudando en todo lo posible a la comunidad.
Que cuando tuvo la responsabilidad de combatir el narcotráfico fue implacable en contra de los criminales que producen, trafican y lucran con las drogas y que él es el mexicano que más reconocimientos y condecoraciones ha recibido por el combate al terrorismo y al narcotráfico.
Que sus ingresos y gastos y los de su familia han sido revisados año con año, durante más de veinte, mostrando que sus ingresos son de origen legítimo.
Qué ha pasado casi cinco años encarcelado en condiciones infrahumanas, que ahí presenció homicidios, apuñalamientos y amenazas sistemáticas a su integridad.
En conclusión, le solicita al juez respetuosamente clemencia y que le permita regresar lo antes posible con su familia y reincorporarse a la entrañable sociedad a la que pertenece y termina diciendo gracias.
Finalmente, la valoración del juez Brian Cogan acerca de que la conducta de García Luna era igual a la de El Chapo, y la sentencia dictada de casi 40 años de prisión, reflejan que la estrategia epistolar no superó al peso de las acusaciones.