Reconozco que el año que recién termina estuvo plagado de malas noticias para el mundo y para México y podría llenar esta columna con algunas de ellas. Sin embargo, esta no es la manera en que quiero empezar 2025. Prefiero hablar de lo bueno que nos dejó 2024.
Arriba de la lista está el ascenso de una mujer a la Presidencia de México. Este no es un juico sobre el partido que representa o la manera que gobierna hasta ahora, simplemente es un reconocimiento de lo que las mujeres han logrado en nuestro país. Demolieron el famoso techo de cristal. No solo ocupan las dos máximas posiciones políticas (presidencia y jefa de Gobierno de la Ciudad de México), también encabezan las más relevantes en materia económica (gobernadora del Banco de México); jurídica (presidenta de la Suprema Corte) y electoral (presidenta del INE).
Se dice fácil, pero no hace mucho tiempo esta situación habría sido impensable. Tuvieron que pasar 200 años para que una mujer ocupara la silla presidencial. El mensaje que manda la prominencia de las mujeres en posiciones clave del país para las futuras generaciones de líderes es muy poderoso. Ni más ni menos tuvimos una Presidenta antes que EU, un país que, a diferencia del nuestro, no es considerado machista.
Otra buena noticia fue la transferencia pacifica del poder, sin que se detonara una crisis económica. Que no se nos olvide la tensión que se sintió antes de las elecciones. Existía la posibilidad de que los perdedores no reconocieran los resultados. Al final no hubo dudas ni conflicto. Tampoco hubo un desequilibrio económico, aun después de que Trump ganara la presidencia de EU.
Del lado social también hubo avances en 2024. El salario mínimo siguió su curso ascendente al igual que otros apoyos sociales que benefician a millones de mexicanos, como la pensión para adultos mayores. La pobreza laboral se ubicó a su mínimo desde que se tiene registro.
Desde una perspectiva global, hay varias cosas que celebrar. Con más de la mitad de la población mundial involucrada en procesos electorales, el año pasado fue una prueba de fuego para la democracia. En la enorme mayoría de los casos no hubo violencia y los resultados fueron respetados.
Pero son los avances tecnológicos de 2024 los que considero más prometedores para el bienestar del mundo. Desde vehículos eléctricos más baratos hasta un mayor acceso a medicamentos eficaces para adelgazar, tecnologías transformadoras comenzaron a permearse en la sociedad; ninguna con mayor potencial que la inteligencia artificial. Herramientas como ChatGPT están cada vez más integradas en nuestras vidas. Su capacidad para resolver problemas complejos está revolucionando disciplinas como medicina, educación y robótica. El año pasado también hubo avances en computación cuántica que tendrá un impacto trascendental en años venideros.
Muchos difundieron malas noticias de 2024. Vale la pena también resaltar lo bueno.