Es oficial. La combinación de Televisa con Univision se concretó el lunes. Su intención es competir de tú a tú con los colosos globales de medios. Ojalá le vaya bien. Me daría mucho gusto que una empresa preponderantemente mexicana (Televisa será su principal accionista, con cerca de 45% de participación) sea un jugador relevante en las grandes ligas del entretenimiento visual. No será fácil.
La lógica de la fusión se puede resumir en una palabra: streaming. Una de las consecuencias de este nuevo modelo es que la competencia pasó de ser primordialmente local a ser global. Cualquier consumidor con acceso a internet, sin importar si está en EU, Japón o México, puede ver el mismo contenido. No está limitado por un proveedor de cable o por la televisión abierta de su país. Plataformas como Netflix, Disney+ y Amazon Prime pueden llegar a todos lados.
Fue esta dinámica la que provocó la creación de Televisa Univision. Tan pronto se formalizó la fusión se anunció el lanzamiento de dos servicios de streaming para este año: uno que depende de publicidad y otro basado en suscripciones.
Televisa Univision sin duda será un competidor formidable. De entrada, con la combinación se convierte en la empresa de medios líder en el mercado de habla hispana, el cual comprende 600 millones de personas en el mundo y representa un PIB agregado de cerca de siete billones de dólares. Apenas 10% de este mercado cuenta con servicios de video por internet, por lo que el potencial de crecimiento es enorme.
La apuesta es que, a diferencia de los gigantes de streaming, Televisa Univision se enfocará exclusivamente al mercado hispano. Buena idea, aunque el camino será complicado. Un problema es que los gustos se han vuelto cada vez más internacionales. Squid Game, por ejemplo, es una serie de Corea del Sur que se convirtió en la más vista para Netflix a escala mundial. En otras palabras, el contenido se está democratizando y el idioma no es un limitante.
Además, los gigantes, pese a abarcar varios mercados, sí están canalizando parte de sus cuantiosos recursos a mercados locales. Con presupuestos de contenido que rebasan los 10 mil millones de dólares por año se pueden dar el lujo de destinar una cuantiosa cantidad a producciones de distintos países. Netflix, por ejemplo, asignó 300 millones de dólares exclusivamente para México este año.
Otro problema es la escala. Streaming es un negocio que, para cubrir los enormes costos de contenido y ser rentable, requiere de millones de suscriptores dispuestos a pagar una renta mensual. Netflix y Amazon Prime tienen más de 200 millones, Disney+ cerca de 120 millones. Televisa Univision parte de una base muy baja, por lo que le esperan años de subsidiar su contenido en espera de alcanzar la escala necesaria para generar flujo positivo. Es cierto que cuenta con músculo financiero, pero nada comparado con el de los gigantes globales.
Aún así, Televisa Univision tiene con qué dar pelea. Le deseo suerte. La va a necesitar.
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