“Oye Bartola, ahí te dejo esos dos pesos, pagas la renta, el teléfono y la luz”; así igual los diputados le dejaron al INE prácticamente solo dos pesos, al recortarle en 13 mil 476 millones de pesos el presupuesto solicitado para organizar la elección del Poder Judicial, que será de 881 cargos, lo que significa un volumen del 20% mayor a la pasada elección presidencial, y no solo será mayor en número sino que por su propia naturaleza será mucho más complicada, pues los distritos electorales no coinciden con los distritos judiciales, el formato de las boletas manejando tantos nombres será confuso y el interés por ejercer el voto entre la ciudadanía es realmente muy bajo.
La misma Guadalupe Taddei, que siempre ha sido condescendiente con el oficialismo, dijo que se van a tener que hacer modificaciones significativas para poder sobrellevar los recortes presupuestales, por lo que propone instalar en lugar de casillas, centros de votación incluyendo varias casillas en cada uno, también proponen reducir el número de supervisores y capacitadores electorales que tienen que adiestrar al millón y medio de ciudadanos que atenderán las casillas.
Las preguntas incómodas son, 1.- ¿Acudirán los Ciudadanos a los centros de votación lejanos y lentos a votar por los juzgadores?, 2 ¿Tendrán alguna referencia clara para poder decidir por quién votar? 3.- ¿Participarán como integrantes de los centros de votación dedicando todo un día a dirigir el proceso y finalmente contar los votos? Las respuestas aún más incomodas son “No” a todo; muy poca gente estará interesada en participar votando y mucho menos contando, nadie sabrá ni cómo ni por quién votar, y finalmente esta elección será la simulación más cara de la historia de México, después de todo el mecanismo atropellado y fallido, serán ungidos como juzgadores los que tengan las bendiciones necesarias.
Creo que nadie tiene claro la forma en que se hará la elección, ni siquiera los mismos que la inventaron, se ve venir como una gran masa de nombres, con extraños métodos de filtrado, incluida entre ellos la famosa tómbola, llenando boletas de difícil comprensión, en donde irá a votar un pequeño porcentaje, la mayoría de acarreados, que votarán por consigna sin conocer nada.
Esta elección estaba mal planeada, mal diseñada pero ahora también estará mal fondeada, será un verdadero caos, tal vez eso se quiso desde el principio, revolver el río para que los pescadores tuvieran mucha ganancia.