La semana que recién terminó cerró con la visita presidencial de Andrés Manuel López Obrador y su compromiso de, una vez destrabado el tema legal, continuar con el proyecto Agua Saludable para La Laguna, pero también llamó la atención un anuncio dentro de su discurso.
El presidente retomó aquel compromiso del que habló en abril de 2018 durante su campaña en la Plaza Mayor de Torreón: un plan integral para La Laguna.
En esta ocasión en Lerdo, Durango; refirió que vendrá cada tres o cuatro meses a la región para revisar los avances de su megaproyecto y otras acciones complementarias.
Hace tres años, López Obrador destacó que su plan estaría basado en torno al campo que está en plena decadencia y en esta ocasión algo adelantó en cuanto a la inversión precios de garantía, apoyo directo a productores e inversión para mejorar la distribución y aprovechamiento de agua de riego.
Las palabras se las lleva el viento y hasta ahora el presidente retomó escuetamente el planteamiento que todavía deja en el aire muchas dudas y pocas certezas.
Algo que le podemos reconocer es que ha sido la autoridad federal que más presencia ha tenido en esta región, aunque también la más controversial en torno a su actuar para la región.
El anuncio presidencial sin duda es bienvenido por los sectores de una población que ha sido olvidada por sus gobiernos y de lo que poco se puede hablar de proyectos contundentes con enfoque lagunero.
Ahí tenemos el Metrobús Laguna que a cinco años sigue en vilo y ahora veremos de qué está hecho el gobierno de López Obrador si concreta Agua Saludable para La Laguna, más allá de destrabar un amparo provocado por la falta de socialización de una acción de gobierno tan importante.
Ojalá que por el bien de nuestra comunidad en verdad tengamos un plan integral de desarrollo que permita mejorar el campo, pero también el transporte público, la economía y la salud.
En La Laguna no es la primera vez que le escuchamos a un presidente hacer muchos compromisos y, partiendo de esa memoria, espero que nos organicemos para señalar los pendientes y que se cumplan.