Lo bueno, lo malo y lo feo de las campañas

  • META21, La Opinión
  • Luis Alberto López

Laguna /

A unas horas de que concluyan las campañas para los comicios electorales del próximo domingo 6 de junio cabe hacer un balance de lo bueno, lo malo y lo feo en los actos proselitistas que duraron casi dos meses.

Comenzaré por lo bueno que se reduce a una simple cosa: al fin terminan. 

Desde el pasado cuatro abril no hemos tenido descanso en los mensajes huecos y sin sentido que prometen quienes aspiran a una diputación o una alcaldía en Coahuila, por eso es que ponerle fin a la demagogia constante es de celebrarse.

De lo malo quizá no me alcance esta colaboración para enumerarlas, pero intentaré enlistar algunas cosas. 

Como ya mencioné los compromisos parecen actos reciclados de otras campañas, principalmente en el caso de la alcaldía de Torreón que las promesas para la mejora en los servicios públicos, el trabajo en equipo con diferentes actores de la sociedad y un eficiente uso de los recursos sigue vigente en los discursos.

En el caso de las diputaciones tenemos una constante en los partidos del PRI, el PAN y el PRD que toman como bandera devolvernos a como era todo antes de que Morena conquistara la presidencia de México y la mayoría calificada en el Congreso de la Unión. 

Si bien creo que habría que regresar algunas figuras administrativas o programas eliminados tampoco debemos tragarnos la idea de volver al 100 por ciento a como estuvimos, pues era evidente que la corrupción e irregularidades estaban presentes ahí. 

Tampoco me convence el argumento morenista de defender la esperanza, pues es evidente que darle el poder absoluto a un mismo organismo político es peligroso.

Lo malo del cierre de las campañas es que muchas personas -entre ellas me incluyo- aún no tenemos claro cómo vamos a votar en unos días, pues desafortunadamente la tradición de confiar en el menos peor sigue y no es nada agradable porque también nos puede traer en el futuro una cruda moral.

En cuanto a lo feo de los actos proselitistas y el inicio de la última etapa del proceso electoral está que tendremos una votación muy cerrada en ciudades como Torreón, lo cual es casi seguro que nos genere un ganador ampliamente cuestionado y sin mucha aceptación que se traduzca en un gobernante alejado de las necesidades de la ciudadanía.

Otro punto desfavorable es que la conclusión de este proceso apenas es el comienzo de algo mucho más grande que se viene en entidades como Durango donde el año entrante se renovará la gubernatura, además de que todo esto sirve como un experimento para lo propio en la de Coahuila que en dos años estará en disputa.

La gran interrogante es validar o no el sistema electoral. 

Por desgracia no podemos ignorar todo y esperar que pase, hacerlo es cerrar los ojos a mucho de lo puede venir y salir a tachar una boleta tampoco representa participar en la política. 

Tengamos conciencia que emitir el sufragio es apenas un paso pequeño en un camino de cuestionar y pedir cuentas a quienes nos gobiernan.


@luisalbertolo

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