1. El PRI tiende a perder su registro nacional en las elecciones intermedias de 2027 y las presidenciales de 2030.
Esteban Villegas, gobernador de Durango, porta ya con entera naturalidad el chaleco guinda autografiado por AMLO y Claudia -con plumón negro de tinta indeleble y punta extra gruesa-.
El reto para Coahuila y su gobernador Manolo Jiménez Salinas (MJS) es brutal:
¿Qué le es más útil para cumplir su promesa de blindar Coahuila de la presencia de Morena y del crimen organizado? ¿Qué le es más provechoso para asegurar, ligado al cumplimiento estricto de esa promesa de campaña, su futuro político personal?
¿Seguir con el PRI nacional que ha demostrado, con excepción de Jericó Abramo, diputado federal, serle inútil en su trabajo de gestión de recursos y acercamiento político con la presidenta? No sugiero, en lo absoluto, el ingreso de MJS a Morena, porque existe una alternativa que analizo a continuación.
2. Habrá un movimiento hacia la creación de partidos estatales y Coahuila, como lo mencioné hace tres meses, podría considerar esa alternativa que podría expandirse para ser partido regional y luego nacional.
El PRD sin registro nacional inició ese proceso en 13 estados del país donde alcanzó el 3% mínimo de votación.
También, Movimiento Ciudadano en Jalisco podría escindirse del partido nacional para fundar uno estatal.
Cómo resultado habría una alianza entre partidos estatales, regionales y nacionales para enfrentar a Morena en el futuro.
3. En esa recomposición y rearticulación partidista, sí el PAN pasa la prueba del ácido de la reflexión autocrítica podría, con logo, colores e ideario distintos, abanderar con el Frente Cívico y la Marea Rosa la resistencia cívico ciudadana en los próximos años.
Veamos cómo estas tendencias cristalizan o se reinventan. Al tiempo.
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