El 'rally' y a liquidez: ¿está por cambiar la marea?

Ciudad de México /

La liquidez en el mercado financiero es el aceite que permite que las cosas funcionen sin fricciones. Así como es indispensable que un motor esté bien aceitado para que funcione sin contratiempos, el mercado financiero requiere alta liquidez para realizar sus funciones sin mayor problema. Siguiendo con el símil, si el nivel de aceite en un coche se encuentra por debajo de sus niveles óptimos, los testigos en el tablero empezarán a parpadear para indicarte que se requiere una revisión. Pues bueno, todo parece indicar que ya hay un testigo parpadeando en el tablero del sistema financiero global.

La Fed tiene un mecanismo, contrario al Banco de México que no lo posee, donde cualquier participante institucional del mercado puede “estacionar” dinero en el banco central a cambio de un interés bastante competitivo. Este mecanismo se llama Reporto Inverso (RRP, por su sigla en inglés) y la tasa que te ofrece es alrededor de 0.20 por ciento por debajo del límite superior del rango impuesto por la Fed. Por ejemplo, hoy el rango está entre 5.25 y 5.50 por ciento, entonces, la tasa que te paga el RRP es de 5.30 por ciento. Esta tasa se actualiza cada vez que la Fed mueve su rango, y es mucho más atractiva que la ofrecida por la banca comercial. En ese sentido, el incentivo de estacionar el dinero institucional en la Fed puede llegar a ser bastante alto.

De hecho, en los últimos años, dicho incentivo ha sido tan atractivo que el balance del RRP llegó a estar en 2 mil 500 billones de dólares en diciembre de 2022 (para fines comparativos, eso equivale a 30 por ciento del balance de la Fed en ese momento, o a casi dos veces el PIB de México); sin embargo, en los últimos meses, el apetito por riesgo se ha apoderado del mercado y ha habido una salida importante de dinero del RRP en busca de inversiones de mayor plazo y/o riesgo. Actualmente, el balance de dicho mecanismo se encuentra en 580 mil millones de dólares, es decir, se ha reducido 76 por ciento desde su pico.

Esto es importante por una simple razón. El dinero depositado en el RRP es dinero que se considera afuera del sistema financiero. Contrario a depositar el dinero en un banco comercial, en el cual, el banco no dejará que el dinero se quede ocioso (lo prestará, lo invertirá, etc.), al depositar el dinero en la Fed, ese dinero no se usa para nada más. Simplemente ya no circula y, en ese sentido, es dinero fuera de la economía y del sistema financiero.

Al poner esto en relieve, podemos encontrar una relación clara entre la disminución o aumento de la liquidez y el comportamiento del mercado. Prácticamente todo 2022 y parte de 2023 (de diciembre 2021 a junio 2023), el balance del RRP creció de manera importante, es decir, se retiró liquidez del mercado. En todo este lapso los mercados tuvieron un mal desempeño (en el caso de 2022, el peor desempeño en décadas) el cual, solo fue revertido cuando la liquidez regresó al mercado, es decir, cuando el balance del RRP pasó de 2 mil billones de dólares a su estado actual (580 mil millones de dólares). Lo que quiero puntualizar es que el rally observado en el último trimestre del año fue, en gran medida, auspiciado por este aumento brutal de la liquidez.

¿Qué tan brutal fue? Fue enorme. A pesar de que la Fed ha estado recogiendo liquidez del mercado a través de su quantitative tightening (QT), al orden de 95 mil millones de dólares al mes, el neteo de la inyección de liquidez fue positivo por un total de 690 mil millones de dólares de octubre a la fecha, es decir, en papel la Fed ha estado haciendo QT (reduciendo la liquidez), pero en la realidad ¡ha hecho quantitative easing (QE)! (inyectando liquidez). Y no ha sido un QE menor, de hecho, ha sido equivalente a 40 por ciento del primer QE (entre 2009-2010), cuando la economía estaba tirada en el suelo.

Este incremento en la liquidez ha sido tan grande, que cuando se retire seguro causará distorsiones. ¡Y no falta mucho para que este “falso QE” acabe! De seguir la tendencia actual, el balance del RRP se agotará para mediados de marzo de este año, y de tener un QE neto, tendremos un QT por 95 mil millones de dólares al mes. ¡Adiós a la inyección brutal de liquidez; hola a la restricción monetaria, en cuestión de semanas!

En este punto, la Fed tendrá que tomar una decisión: o baja tasas o reduce el QT para que el impacto no sea tan fuerte. Lamentablemente no podrá hacer las dos. Contrario a lo que el mercado celebra, la lucha contra la inflación no ha terminado y mucho menos con las presiones derivadas de los eventos geopolíticos en el canal de Suez. Este problema puede con facilidad reencenderse, sobre todo si la Fed se vuelve complaciente y “canta victoria” antes de tiempo.

En ese sentido, creo que en la disyuntiva que se le presentará a la Fed en un par de meses, tendrá que escoger entre reducir el QT y mantener las tasas elevadas por más tiempo de lo que el mercado está dispuesto a aceptar. Todo esto vendrá con volatilidad por un ajuste de expectativas y con mucha menos liquidez: una tormenta perfecta.

Apenas va comenzando y todo parece indicar que 2024 estará muy lejos de ser el año en el que “todas las cosas se resuelvan”. Por favor, lector, tome precauciones, invierta con la mayor cautela y diversifique, que esto aún está lejos de acabar.


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